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CORRECCIONES ENERGÉTICAS (CAP. 7)

Ayer descubrí finalmente qué es lo que no soltaba.

Detrás de ‘Tu mundo con otros ojos’ se encuentra Ana Martínez García, a quien conocí hace unos años. Ana es Maestra de Reiki y además, entre otras muchas cosas, hace una terapia que me maravilló cuando la conocí ‘Correcciones energéticas – Método Yuen’, posiblemente te preguntarás en qué consiste. Es una técnica de medicina energética que combina el antiguo arte de curación practicado en el templo Shaolin de China con la ciencia occidental. La premisa en la que se basa esta técnica es que nuestro cuerpo funciona como un ordenador. Tu cuerpo, u ordenador biológico, es una pieza prodigiosa de un equipo de alta tecnología y como tal, se pueden borrar los patrones de conducta que te causan malestar, reprogramar todo aquello que te impide avanzar o disfrutar plenamente de tu vida y desarrollar una nueva programación que te proporcione neutralidad y equilibrio, mejorando tu vida en todos los aspectos. Con la práctica de Correcciones energéticas alcanzarás resultados rápidos en todos los aspectos de tu vida, porque abarca todo el espectro de causas y todos los niveles de influencias imaginables e inimaginables.

Ana realiza tanto terapias individuales como grupales y hace una terapia muy completa. En esta ocasión, además de la sesión de Correcciones y de Reiki a distancia, me envió una serie de herramientas muy valiosas para trabajar el desapego y la simplicidad:  una breve historia, un mudra, un mantra, una técnica de relajación mental y una meditación guiada muy bonita.

Los mudras, a mi entender, son posiciones con las manos que crean conexiones energéticas muy favorables para la integración del Ser.
Un mantra es una repetición de palabras que nos ayuda a liberar nuestra mente, aunque cada uno de ellos tiene un enfoque específico para trabajar una cosa u otra.

Hice todo lo que me envió y se movieron cosas, pero con la meditación final vi la piedra que obstruía mi intestino. Y, lo digo literalmente. Además de que la segunda vez que me hice una hidroterapia de colón salieron piedras de verdad, y cómo dolió porque tenían raíces con las que se adherían a las paredes; es que visualicé una gran piedra, te cuento.

En una parte de la meditación abrí una mochila muy pesada que no podía cargar, estaba llena de piedras y las fui soltando. Cada una llevaba escrita una palabra de todo aquello que hace que avanzar sea muy difícil: culpa, control, miedo al fracaso… Quité muchas piedras de mi mochila pero, al querer meter todo lo positivo en ella, vi una piedra en el fondo y sentí que no la quería tirar, era la piedra de la tristeza. Cada vez que intentaba se hacía más grande y sentía más resistencia. Me pregunté por qué quería conservar esa piedra, mi respuesta: Tengo miedo de soltar la piedra y olvidar a mi abuela si lo hago. Sentí a mi niña, la niña que perdió a su amada abuela a los 7 años. Le dije, me dije conscientemente, que nunca iba a olvidar a mi abuela, que no tuviese miedo, aún así hubo resistencia hasta que le pedí que confiase en mi y que me ayudase a tirarla, que pesaba demasiado y yo sola no podía. Ahí solté una tristeza infinita que me ha acompañado durante 44 años.

La sesión de correcciones fue muy emotiva, estaba dirigida a varias personas además de mi y fue muy emocionante, lloré cada vez que nos nombraba a todos, sentía profundamente la implicación y la responsabilidad de tantas y tantas personas, y cada vez más, en su proceso de evolución personal en pro de la evolución del planeta.

Gracias Ana por ayudarme a soltar lastre de la forma más bonita y menos dolorosa posible. Eres excelencia en estado puro.

Foto de RDNE Stock project en Pexels

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    1. Hola Macarena, te paso mi correo electrónico y me escribes allí y te doy el número de Ana. Gracias 😊

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