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UN BONITO CORAZÓN (CAP. 13)

Mi historia con Miguel es posiblemente la más rara que he vivido con un chico.
Para él soy la mala de la película, según Miguel lo trato mal, lo desprecio. Que distintas podemos ver las cosas desde la perspectiva de cada uno, desde mi punto de vista podía haber pasado de él olímpicamente desde el primer momento en el que me habló con malas formas hace ya muchos años, sin embargo siempre me despertó ternura aunque él no se lo crea, por mucho que a veces fuese muy seca cuando insistía demasiado o dejase de responderle cuando no aceptaba un no por respuesta.

No se realmente la historia personal de Miguel aunque su cuerpo totalmente tatuado me hable de ella, me hable de sus múltiples heridas. También la enorme barba que tapaba su bonita cara me dice que de algún modo necesitaba esconderse. Ayer me escribió algo que me ayudó a entender porque me despertaba ese cariño, tiene un corazón muy grande del que ni siquiera es consciente.

«Que la vida sabe ponerte una y otra vez a las mismas personas en tu camino para que te des cuenta de que no todo es como creías. Al final quien te valora siempre seguirá estando pese a los errores, las circunstancias y los malos momentos. Qué con mejores o peores palabras quien te busca es por dibujarte una sonrisa, darte un orgasmo o una simple caricia. Y qué lo más importante es no rechazar la mano de la persona que te la extendió tantas veces. Qué si hay que fracasar se fracasa pero al menos sabiendo que se ha intentado.
Y qué de todo lo malo siempre se puede sacar algo bueno.
Posdata: Para la niña que tiene un corazoncito que espero que algun día me deje verlo y otras cosas también.»

Nos conocimos por Facebook, quedamos un día pero quise hablar por teléfono antes de vernos, y él no lo ve como yo, pero no me gustó su manera de hablarme, así que le dije que ya no quería quedar. Se molestó mucho y me dijo que me había reído de él y que nunca había tenido intención de verlo. Como soy muy orgullosa fui hasta donde vivía para que viese que no le tomaba el pelo, pero fue llegar e irme.
Miguel ha estado años escribiéndome para volver a quedar, y siempre me dice que me case con él, así que al final hace año y medio quedamos a tomar algo. Siempre me gustó físicamente y estuvimos bien y ese día me besó, pero quería algo más y yo me negué; se molestó porqué me dijo que había esperado mucho. Yo no iba a acostarme con él ese día, lo tenía claro, sobretodo porque al final tenía la esperanza de poder tener una relación bonita con él, pero hubiese vuelto a quedar. Como no lo entendía, al final discutimos y dejamos de hablar hasta ahora que ha vuelto a escribirme.

Con Miguel me he dado más cuenta que nunca que las personas pueden tener limitada la capacidad de amar por mucho que quieran, y muchas veces es por eso que su enfoque está puesto en el sexo, pero veo que aún así lo intentan aunque no las podamos comprender.
Como le he dicho, quizás necesita quererse a sí mismo, porque como te digo yo estoy convencida de que tiene un bonito corazón.
Me pidió un capítulo dedicado a él, así que aquí estoy con todo el amor del mundo.

Gracias por decirme todas las cosas tan bonitas que me has dicho Miguel.
«Y si un día no tienes ganas de hablar con nadie, llámame… Estaremos en silencio.»
Me gustó mucho que me enviases esta frase de Gabriel García Márquez. Y también todo esto:
«Ojalá cambies tu manera de verme.
Quiero que tus fotos te las tires para mi.
Quiero que algún capítulo bonito lo escribas para mi.
Que la primera sonrisa del día me la dediques a mi.
Y que cualquier duda o problema puedas contármelo a mi.»

Gracias Miguel, te agradezco poder sentir esto que tanto me gustaría en una relación aunque me sea imposible tener nada contigo. Te deseo el mejor de los caminos.

Fotografía de Isabella Mariana en Pexels

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