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DESPERTANDO EL PLACER (CAP. 13)

Sigo con la observación del placer.

Hoy en la clase con Ivet me he enfocado en el placer y el dolor se ha quedado en segundo plano; no era solo sentir los beneficios de un estiramiento que dolía, como otras veces, sino ir más allá de eso y sentir el placer en los pequeños detalles, como por ejemplo, en un ejercicio de rotación de brazos, el de la sensación de rozar el suelo con los dedos, el placer en mi piel al juntarse mis manos o al masajear y acariciar mi cuello, el placer de notar mis muslos al rotar los brazos y pasar por ellos o el del propio movimiento…
Justo a mitad del ejercicio el frío se ha apoderado de mi cuerpo, estoy segura de que era un frío liberado, creo que ese frío llevaba años instalado en mí y conservaba congelados mis receptores de placer; he estado sintiendo el frío durante al menos una hora después de la clase y luego ha desaparecido. Gracias Ivet.

El otro día, al día siguiente de la clase, observé algo importante, escribí un borrador diciendo lo siguiente: «Ayer me di cuenta de que aunque estaba repleta de sensaciones placenteras, al quedarme sola me invadían sensaciones de dolor, era como si esa ‘mente corporal’ de la que te hablaba, trajese dolor por soledad, por culpa, por insatisfacción, era como si tuviese la necesidad de conectar con todo ese dolor porque era lo conocido en mi cuerpo; antes de esa observación me sentía rara; Shivagam https://www.shivagam.com/es/ nos explicó que estar raro significaba tener sensaciones de bienestar y de dolor al tiempo y tiene sentido, todas esas sensaciones placenteras se mezclaron con la memoria de mi ‘cuerpo del dolor’ al terminar la clase.
Voy a poner foco en sentir placer en todo lo cotidiano, voy a practicar Mindfulness enfocado en el placer en todo lo que pueda, además de en las clases de ‘El punto de vista del Cuerpo’; estoy convencida de que eso me ayudará a despertar los receptores de placer dormidos en mi cuerpo.»

Algo me dice que así ha sido en la clase de hoy, que mis receptores de placer, o al menos los asociados a las caricias, se han despertado de su hibernación.

Hoy quiero añadir que las clases del curso que hice de Atma Bhujam me han ayudado a comprender mucho mejor el enfoque de las dinámicas de ‘El punto de vista del cuerpo’ en las que lo esencial está contemplado, porque en las clases con Shivani https://www.yosoyshivani.com/, entramos en conexión con la ‘mente superior’, de la cual también te hablaré, y aprendemos a encarnar la consciencia en el cuerpo. Gracias Shivani.

Reflexionando más al respecto aparece una pregunta que lanzo al aire: si alguien sufre mucho ¿sus receptores de placer podrían estar fusionados inconscientemente con el dolor? me llegan respuestas relacionadas con cierto tipo de prácticas sexuales… ¿Y con el dolor, la exigencia, la presión, y/o el perfeccionismo? me viene a la cabeza la Vigorexia, que es un trastorno del comportamiento en el que la persona presenta una preocupación excesiva por su cuerpo, donde el esfuerzo y el dolor están asociados al placer… Aparece otra pregunta, y si alguien, además de sufrimiento, ha recibido crueldad y tortura ¿podría enfocar sus receptores de placer en sentir placer al dañar o torturar a otros? me temo que sí y ahí lo dejo…

Quiero dar las gracias a la música por mantener vivo el placer en mi cuerpo, siempre he dicho que me salvaba la vida, ahora lo se más conscientemente. Matteo Bocelli y Sebastián Yatra me han ayudado a ver esto claramente al sentir en mi cuerpo ‘Tu luz quedó’
https://youtu.be/YKv8RFhBW7E

Y una cosa más, estoy convencida de que la gratitud, la compasión, la confianza, la fe, la esperanza, las buenas intenciones, la calma y la sonrisa, mantienen encendidos los receptores de placer del corazón y eso nos ayuda a mantenernos Vivos pase lo que pase.

Foto de Alena Shekhovtcova en Pexels

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