Skip links

ENCRUCIJADA (CAP. 9)

Una de las mayores encrucijadas con las que me he topado al conectar con mi espiritualidad es encontrar el equilibrio entre la necesidad de amar incondicionalmente y la de poner límites en lo humano.

Hoy he sido consciente de que ese tira y afloja me ha dañado mucho, ha causado en mí muchos conflictos internos y mucho resentimiento hacia mí misma; dar al otro, amar era importante ¿pero hasta que punto? ¿dónde está el límite para no desgastarme yo?

Se hace silencio y una vocecilla firme y calmada dice que no hay límite para amar… escucho que obligarse a amar ya no es amor, así que no hay límite mientras amemos, pero obligarnos no es amar… Sabio…

Me acabo de quedar sin palabras… y ya no porque me cueste ordenar todo esto, si no por el click interno que causa en mí.

Hoy me he dado cuenta de que mi falta de paz no era por no estar con una persona, sino por las dudas que me generaba no hacerlo, si tomaba la decisión de volver a estar en contacto me sentía mal, si tomaba la decisión de no hacerlo también, ahí he visto que el problema realmente eran mis dudas, mis dudas eran las que generaban mi sufrimiento, y ahí he sido consciente de que esa ha sido una constante en mi camino consciente, siempre ha habido una pugna entre mi necesidad de amor altruista y mis límites terrenos.

¿Dónde me amo a mí misma con respecto a los demás y dónde me pierdo por amar? Siento que he alargado muchas historias por mis dudas…siento que me he perdido demasiadas veces por miedo a equivocarme cuando dije: hasta aquí… siento que justifiqué demasiadas veces en nombre de ese amor incondicional que sentía en el alma porque en esa justificación solo había mente y ya no había amor…

Entonces me pregunto: ¿Hay que tirarlo todo a la mínima? la respuesta me ha llegado antes de escribir la pregunta, gracias… ciertamente luché mi matrimonio muchos años, hasta que fue imposible continuar, y luego, desde el inicio, nunca hubo compromiso en las historias que llegaron después a mi vida, y que me permití vivir, aunque yo los quisiese mucho.

¿Y ahora qué? me pregunto… ¿Qué ahora tengo más claridad? es cierto, hay una claridad sentida que me aleja de la confusión mental, gracias…

Cierro los ojos respirando profundo con una sonrisa en la cara y paz en el corazón, son las cinco de la mañana y todo está oscuro, se apaga la pantalla del móvil y me abraza una oscuridad absoluta, pero sigo respirando y mi serenidad me alumbra en ese baile del aire con mi pecho.

Qué bueno es pararse un momento, volver la vista hacia dentro con la escucha dispuesta y hacerse las preguntas correctas.

Y ahora me llega esto y la sonrisa de mi cara casi no cabe en ella: «Cada persona necesita aprender desde la infancia cómo pasar tiempo con uno mismo. No significa que uno deba ser solitario sino que no debiera aburrirse consigo mismo porque si se aburre en su propia compañía está en peligro en lo que a su autoestima se refiere». Andrei Tarkovski

¡Gracias!

Foto de Masha Raymers en Pexels

Compartir

Deja un comentario

Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia web.