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DÍA 27/09/2020

Silo en su primera arenga acerca de la curación del sufrimiento, contaba una historia donde hablaba de que la vida era como un carro con dos ruedas, la rueda del dolor y la rueda del placer, y que muchas veces era necesario renunciar al placer porque también se terminaba el sufrimiento:
«Fíjate cómo el deseo puede arrinconarte. Hay deseos de distinta calidad. Hay deseos más groseros y hay deseos más elevados. ¡Eleva el deseo, supera el deseo, purifica el deseo!, que habrás seguramente de sacrificar con eso la rueda del placer pero también la rueda del sufrimiento.«

Como te he contado llevaba casi dos años sin estar con un chico hasta quedar con Gabri, necesité sacrificar la rueda del placer, así lo sentí en mi corazón y en mi alma, pero la vida es movimiento y este último mes ha sido duro y me apetecía quedar con Daniel, aunque después de lo vivido últimamente no me atrevía la verdad. Te he hablado alguna vez de él, es un muy buen amigo en todos los sentidos desde hace muchos años aunque nos hemos visto con saltos de dos años en el tiempo. Me encanta como es como persona, no solo sexualmente, y él me dice lo mismo, además de que nos tenemos mucho cariño, bueno yo hace dos años y pico, que fue la última vez que nos vimos reconozco que me sentía enamorada, quizás por eso me he resistido más para quedar esta vez, él no me piensa como pareja como me dijo, y mi alma sabe, y yo también se, que ser pareja no está en nuestro camino, aunque podría serlo perfectamente porque nos entendemos como nadie, él me hace sentir que tener una buena pareja es posible de hecho. Estar con Dani es siempre sumar, es crecer, es estar agusto, y es placer, mucho placer, bendita la hora en que soñé con él el miércoles y le escribí diciéndole que porque se había colado en mis sueños jaja. Al final quedamos el viernes y estuve con él desde las 23h hasta ayer sábado a las 18.30h, placer del bueno, deseo del puro, deseo elevado te lo aseguro. Él también está teniendo un crecimiento en soledad, y también ha tenido experiencias duras y está cansado. Cuando estoy con Dani es como estar en un oasis donde el tiempo se para y puedo tomar oxígeno, me siento atendida, cuidada, escuchada y deseada, y como le dije los dos lo necesitamos también y nos lo merecemos. Jugar como jugamos, nuestros besos, nuestros abrazos, nuestras caricias, nuestras charlas, nuestros gemidos … no tienen precio. No sé cuándo volveremos a vernos, ni siquiera si volveremos a vernos, aunque él me dijo de volver a quedar y yo lo estaba deseando, pero gracias, aunque te dijese que por eso no te las voy a dar, por el mejor sexo de mi vida: jum, chichón jaja, eres lo más.

Me doy cuenta de que tener mi edad o mis kilos no tiene porque frenar mi sexualidad, Dani me dijo algo que me gustó mucho, me estaba tapando con un cojín, y me dijo: «no te tapes que eres muy bonita» , siento ganas de llorar, me emociona recordarlo, gracias también por eso …

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