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SIEMPRE MEJOR EN COMPAÑÍA (CAP. 27)

Precioso…

«LA TORMENTA
Cuando llegue la tormenta deja que entre, ella llega para abrirte al camino, para arrancar las flores muertas, para podar las ramas secas y hacer crecer las semillas nuevas.
Deja que la tormenta sea tormenta. Cuando toque tus pies, no huyas, deja que los limpie del cansancio, del rencor y del hastío.
Cuando llegue a tu mentón deja que te enseñe el difícil arte de flotar sin intentar saber.
La medicina de la tormenta disuelve la capas más rígidas de piel y cuando lo hace, es para dejar volar libre al alma.
Lorena Ciocale»


Sin palabras… El camino consciente, ‘el despertar de la consciencia’, explicado de manera sublime.

Ayer me di más cuenta que nunca de la diferencia entre liberar y sanar desde el amor o desde el sufrimiento. Lo sabía, pero no lo había mirado como lo vi ayer, supongo que estar en un retiro de silencio donde el observador es el protagonista, me ayudó a verlo con claridad.
Todos tenemos heridas profundas que sanar, creencias limitantes que soltar, traumas que liberar y desbloqueos que no permiten que nuestra energía fluya.
Podemos trabajar todo eso desde el sufrimiento o podemos adelantarnos a él.
Eso es lo que hice yo ayer al asistir al retiro de la EDTe (Escuela Española de Desarrollo Transpersonal). https://escuelatranspersonal.com/ José María Doria, su fundador, al cual admiro profundamente, nos regaló un retiro on-line de dos días para sumergirnos en nosotros mismos y observar que hay por ahí dentro, aunque él lo dice muchísimo más bonito. Escuchar a José María es estar todo el tiempo con la boca abierta, perla tras perla de la mano de su voz, su corazón y su alma.

¿Qué es la meditación?
«Abrir internamente una gran mirada y observar lo que está sucediendo, que siempre es impermanente, desde ese observador permanente, eso es meditar. José María Doria»

Ayer, tanto con la meditación sentada, como con la meditación en movimiento, liberé mucho más miedo y dolor reprimido en mi cuerpo, lloré con las compresiones que hizo mi alma y sentí el amor profundo en mi corazón; y además lo hice en compañía, guiada, asistida, sostenida.
Cuando el otro día ese coche me dio un golpe por detrás, también integré y liberé dolor, puse consciente al observador y solté peso. Y dando gracias, porque antes de ser tan consciente como lo soy ahora, lo único que hubiese hecho, habría sido poner verde al otro conductor.
Sin duda elijo liberarme con la escuela, en un curso, en un taller, con un terapeuta, haciendo Yoga, integrando, contemplando, meditando…
Me alegro más que nunca de todo el camino andado de su mano, de no ser por todos ellos mi proceso de transformación hubiese sido mucho más solitario y doloroso. Todas esas bellas almas al servicio se han preparado y siguen haciéndolo día a día, para que nuestros pasos hacia el salto evolutivo sea lo más cómodo y sereno posible, con alivio y no con sufrimiento, con amor y no desde la desesperación y la confusión, con cariño… con la pasión del que se sabe uno contigo.

Gracias María, Alix, Darina, José María. Gracias especialmente a Nuria, Alicia, María Jesús y Pilar, mis espejos, mi grupo entre las 175 personas que acudimos ayer al encuentro y que hoy volvemos a reunirnos.

Nos preguntaron que sentíamos al ver todos los rostros de nuestros compañeros, yo sentí amor, pero sobretodo una profunda esperanza en la humanidad. Gracias a todos por ese silencio majestuoso.

Photo by Gabby K on Pexels.com

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