Skip links

PERSONAS EXTRAORDINARIAS (CAP. 16)

Sin duda hay personas extraordinarias…

Lo conocí hace muchos años, es amigo de mis padres, Manel, un hombre tan dulce como su nombre.
Sufre un cáncer desde hace ya muchos años, pero su humor, su amorosidad y sus ganas de vivir resisten cualquier caída.
No se que decir, porque todas mis palabras se quedarían cortas, es un ejemplo de persona. Felicidades Manel por ser un ser humano excelente e impecable, aplaudo tu caminar a cada paso.

Marina… 81 años, con sus vaqueros y esa sonrisa me enamoró nada más verla entrar por la puerta. Se quedó viuda a los 55 años con 4 hijos. Una de sus dos hijas no fue biológica, desde los cuatro años la cuidó muchos días porque su madre estaba enferma y tenía que ingresar en el hospital muchas veces, y su padre las había abandonado. Al final la madre murió cuando la niña tenía 12 años, nadie quiso hacerse cargo y Eloisa la acogió como una hija más, es una bella historia que me emocionó muchísimo.
Marina se volvió a casar, y hace seis años volvió a perder a su marido, pero me dijo que ella no se ha cerrado ni al amor ni a la vida aunque muchos le digan que está loca. Hace nueve meses tiene pareja de nuevo, el hombre a sus 81 años salió en la tele buscando pareja y se gustaron. Nunca es tarde cuando estás vivo. Sin duda quiero ser como tú Marina…

¿Y que decir de mi Teresa y su Jose? ¿O de mi Alfonsa y mi Lorenzo? Personas, parejas ejemplares, con vidas duras, con mucho esfuerzo, pero con mucho amor. Tengo el enorme placer de haberos conocido, me habéis ayudado a creer que una buena relación de amor es posible. Jamás olvidaré cuando me contaste Alfonsa que tu marido, siendo ya mayores, te miraba en el salón y le dijiste que mirase la tele y te dijo que prefería mirarte a ti porque eras preciosa.
Tampoco olvidaré Teresa, tu cruda historia, ser ‘vendida’ a un viejo alcohólico con solo 20 años, parir en el suelo y vivir molida a palos, y aún así confiar en el amor y coger la mano que te tendió Jose y huir con él y tus hijos, a los que aceptó con todo el amor del mundo, y vivir vuestra preciosa historia, me maravillaba escuchar cada cosa que me contabas.
Gracias a ambas por alimentar mi corazón.

Gracias Bea, tu mágica historia de amor también la llevo en mi pecho, aunque nadie mejor que tu para contarla.

«Hoy 1 de julio, hace 40 años nos dimos el sí quiero… para una vida en común, una vida de alegrías, luchas, emociones, trabajo, estrecheces, una vida llena de aventuras, de enfermedades, una vida feliz a pesar de todo. No la cambiaría por nada del mundo y nada cambiaría de esta vida porque esta es la mía, la nuestra, la que Dios tenía preparada para nosotros.

Un matrimonio de 37 años juntos y muy felices. No diré que siempre fue maravilloso, una luna de miel continua… no sería real, hemos tenido nuestros momentos grises, claro, como toda pareja, pero cuando amas a una persona, tratas desde el amor razonar, comprender, entender, empatizar, porque cuando hay amor, todo se supera.
No es el tú o el yo, es el nosotros, es querer hacer feliz al otro sin importar tu propia felicidad, y entonces cuando solo quieres que la persona amada sea feliz, resulta que te encuentras siendo la persona mas feliz del mundo, porque das, no cosas materiales, sino a ti mismo.
El amor no es solo ese flechazo y las mariposas en el estómago, sino también es voluntad. Te quiero porque quiero quererte.

Cuando vuelvo mi mirada atrás en esos años vividos juntos, solo puedo decir GRACIAS.
Gracias por haberlo puesto en el camino de mi vida, porque gracias a él yo soy mejor persona, porque a pesar de tantas dificultades nada nos hizo dudar de que nuestro amor estaba por encima de ellas, al contrario, ellas nos unieron más.
Todo vale la pena cuando amas. Ningún esfuerzo que se haga por amor se pierde, por eso yo creo que cuando él se marchó hace tres años al cielo, se fue lleno de amor porque era una persona que se entregaba por amor, que servía por amor, que hacía todo por amor a su Creador.
Tener 6 hijos no fue fácil, pero es lo mejor que mi marido y yo hemos hecho.
Cuando vuelvo la cabeza y veo mi vida, nuestra vida,  veo que todo mereció la pena,  hubo momentos muy, muy, difíciles… pero hubo, hay, mucha alegría y felicidad en nuestro hogar, muchas personas bien intencionadas nos decían que eran muchos hijos, que no solían salir bien, porque quizá no había posibilidades de educarlos adecuadamente, no podrían estudiar,  podían salirnos hasta ‘delincuentes’ y había que tener hijos responsablemente. Nunca quisimos escuchar a estas personas, porque para nosotros lo ‘responsable’ era tenerlos, porque los queríamos uno a uno, a todos.
Hoy doy muchas gracias a Dios por cada uno de ellos.
Toda la vida de Miguel fue una vida útil, ha dejado un poso, un legado en su familia, donde cada día él sigue muy presente, y al que amamos en presente, al que echo de menos cada día, del que sigo enamorada, porque el amor nunca muere.
Por toda la riqueza de su vida, por haberlo puesto en mi camino como compañero de viaje y de aventuras GRACIAS.»

Sin palabras Bea… y no, yo tampoco creo que sea casualidad que tu última nietecita naciese también un 1 de julio, como tú pienso que fue un regalo para que ese día, en el que te casaste y después perdiste a Miguel, no duela tanto, como también lo fue que el día de su muerte coincidiese con el día de vuestra boda, pero mejor también nos lo cuentas tú.

«Es muy curiosa la vida, la gente me dice que es casualidad… yo digo que es causalidad.
El día 1 de julio de hace 4 años perdía a Miguel, mi marido. El día 1 de julio de 2019, hace cuatro días recibíamos una nueva vida en la familia. Nacía mi nieta Rocío. Siento que Dios nos regala una vida el mismo día en el que otra se perdía en 2015. Siento que es la continuación, que la vida se abre paso… que en esta niña Dios ha querido regalarnos, para que el dolor que seguimos sintiendo por la pérdida de alguien tan importante en nuestras vidas sea menos doloroso, una vida nueva. Verla entre nosotros ya es una alegría, verla tan bonita, tan llena de vida es motivo para dar las gracias a Dios siempre. ¡Gracias! Bienvenida Rocío, que Dios te bendiga siempre.»

Decir que igual que Eloisa quiso rehacer su vida y me parece admirable, es profundamente admirable que Bea no haya querido hacerlo porque no lo necesita, como tampoco lo necesitaron Teresa y Alfonsa. Bea está viva con Miguel vivo en su corazón y es maravilloso, solo cada uno sabe como desea vivir, y lo importante es aquello que nos mantiene vivos, y como ella dice y siente, Miguel, fue y es el amor de su vida.

Cuanto por aprender de estas maravillosas personas que tanto saben de amor…

Fotografía de Cottonbro en Pexels

Compartir

Deja un comentario

Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia web.