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ELEGIR (CAP. 18)

Ayer, con todo el episodio del asco a cuestas, al final discutí con Noa y me sentí muy mal, no me gustó nada mi reacción, sentí mucho rechazo hacia mi misma además de mucha culpa y me sumí aún más en el caos.

La propuesta del día de Cris Koro venía muy al caso, este fue mi comentario en el grupo:
«Semana 3 Día 6
Hola a tod@s. Hoy me he dado cuenta de que aunque no evitaba los vínculos, siempre he aceptado y he querido comprender a los demás; sí he evitado siempre el conflicto y no me he permitido nunca mostrar mi enfado porque me rechazaba por ello si lo hacía reactivamente, y eso al final me ha hecho aislarme de algún modo y huir de los vínculos desde otro lugar, no por como es el otro, si no por no mostrarme yo en mi totalidad. Hoy me he comprometido a aceptarme con todo, con todas las estaciones de mi vida y de mis días, y también a mostrarme con ellas del modo más asertivo posible, eso sí.
Gracias Cris, un abrazo grande para tod@s y buenas noches.»

Hoy Facebook me ha recordado esto…

«Y hoy me puse a hablar con el silencio, y su palabra callada se hizo eco en mí… y entonces, y solo entonces pude escuchar a mi alma latiendo entre los rincones ocultos de mi ser. Y hoy hablé con mi soledad, y su tristeza se convirtió en llanto… y sus lágrimas traspasaron mis ojos humedeciendo mi rostro… y entonces, y solo entonces pude escuchar la soledad de muchas almas y quise abrazarlas tanto como yo lo había necesitado. Y ahora hablo con el dolor, y su letra escrita con tinta y sangre traspasa cada uno de los poros de mi piel… y ahora, y solo ahora, grito tan fuerte como me permite mi voz que tu dolor es mi dolor y que quiero aliviar tu pena porque me duele.»
18 de abril 2012

«La amabilidad es el aire que respira el alma.»
18 de abril 2016

Hoy veo que tal vez no mostré mi enfado muchas veces como te he dicho, y que no tengo que rechazarme si sucede, pero al leer estos recuerdos soy consciente de que amo a las personas y siempre elegiré la amabilidad y el buen diálogo en primer lugar, no me cabe duda.

El final del día fue bonito, además de hacer un bello taller con Gabriela Waisberg y sus ‘Cartas Me Invito’, que me recolocó y que ya te contaré en detalle, le había pedido perdón a mi hija, diciéndole que lo sentía, que no había podido controlar mi reacción y su respuesta me alegró el corazón y me ayudó a ver que aunque a veces sienta que me he equivocado como madre, se comprender siempre a mis hijos y eso es muy importante, así que no lo estoy haciendo tan mal. También vi de forma muy clara la importancia de ser ejemplo. Esto fue lo que me dijo: «No te preocupes, yo te comprendo mamá, al igual que yo tengo días malos tú también.»

Sin palabras…

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