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EL VALOR DE LA MEDICINA (CAP. 22)

Hoy Facebook me recuerda este escrito justo en el tercer cumpleaños del peque, que por cierto está precioso.
Era muy pequeñito, recuerdo llamarlo ‘el niño milagro’, nació con solo 700 gramos de peso; además de todos los cuidados, los médicos fueron totalmente conscientes de la importancia del calor de sus padres y lo pusieron en el pecho de ambos desde el segundo uno hasta que le dieron el alta.

«Estoy muy feliz, el chiquitín ha duplicado su peso y está precioso. Agradecer en el alma a tod@s los medicos, enfermer@s y auxiliares que están a su cuidado con toda su dedicación y amor. Yo me dedico a las terapias complementarias, pero siempre lo he dicho, esa es mi vocación pero creo en la ciencia y sobretodo en la buena intención de las personas, estén en el campo que estén, y para mi la Medicina Ortodoxa es de un valor incalculable. Estoy convencida de que el ser humano llegará a autosanarse, yo ya he logrado curarme una cistitis en menos de un día y más cosillas, pero mientras ese autoconocimiento nos llega, el trabajo, esfuerzo y amor de tantas y tantas personas es importante que sea reconocido, no hace falta ser extremos ni seguir viviendo en el separatismo y ellos salvan vidas cada día y hacen llevaderos procesos insufribles.»

Un primo mío muy querido ha sufrido recientemente un accidente de trabajo y está pasando por uno de esos procesos insufribles, así que reitero mis palabras y agradezco a los médicos y a todos los que están a su cuidado todo lo que están haciendo por él desde que sucedió; ayer ya salió de la UCI, pero ha estado muy grave. Te quiero mucho primo, espero que tu recuperación sea lo menos dura y lo más pronta posible.

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