Skip links

QUITARSE LA VENDA (CAP. 19)

El taller del Dr. Piñuel me ha aportado mucha comprensión en mi caso particular; además de sus grandes enseñanzas me ha ayudado a quitarme la venda que tenía y a abrir más los ojos en cuanto a las relaciones porque hay cosas que no son justificables por mucho que queramos confiar en las personas o incluso por más que creamos en los pactos de almas, más bien todo lo contrario, si hicimos ese pacto fue precisamente para crecer y evolucionar y no para someternos a ellas ni soportar nada que nos dañe, ni dañarnos a nosotros mismos a causa de dichas personas; que yo crea que todos somos uno en lo profundo, en esencia, en lo espiritual, no quita que en lo humano soy un ser individual, y soy consciente de que si atraigo un tipo de relaciones es importante que mire dentro, que me responsabilice para sanar lo que causa que las atraiga, pero eso no significa que tenga que estar ahí más de lo necesario, como dice el doctor si una relación es tóxica, hay que salir corriendo, una cosa no quita otra, equilibrio, sensatez y los pies en el suelo. Si por ser espiritual y aceptar al otro me sacrifico yo, y lo hice muchas veces, mal vamos, desde la conexión espiritual podemos ser más comprensivos, más tolerantes, más pacientes, más empáticos, más amorosos, pero autocastigarnos nos aleja de la espiritualidad y de nosotros mismos creando un ego espiritual disfuncional que nos deforma más todavía interiormente. Engañarnos con el concepto de almas gemelas, que sí creo en ellas pero desde el punto de vista evolutivo del que habla ‘El plan de tu alma’, es muy peligroso, sentir que lo son no justifica sus acciones si nos afectan negativamente y retraumatiza nuestras heridas inconscientes en lugar de liberarnos de ellas, podemos habernos quitado máscaras de sufrimiento y ponernos nuevas máscaras con este tipo de relaciones álmicas.

Yo creo que en la interacción con estas personas puede haber algo positivo, por supuesto, doy fe de ello, pueden ayudar a sanarnos en parte, pero hay que ser absolutamente realistas, como dice el doctor «es importante renunciar a la expectativa de encontrar a alguien exterior a nosotros mismos que pueda darnos el amor que solo nosotros nos podemos dar y que nos aboca a una búsqueda fuera de nosotros de algo que está dentro de nosotros, una búsqueda abocada al fracaso, a la frustración, a la decepción o a algo mucho más peligroso, eligiendo darnos a nosotros mismos la plena aceptación incondicional», como dice también «es importante encontrar esa buscada felicidad contenida en nosotros, cuyo descubrimiento nos puede llevar, entonces sí, a compartirla con otra persona, teniéndola en cuenta siempre; pasando así de la actitud mendicante de reclamar y pedir limosna y pedir el amor prestado de fuera hacia dentro, a la experiencia de fabricar interiormente ese amor, desde el sentirnos completos, libres y con una autonomía funcional, y regalar ese amor a los demás en lugar de depender de ellos». Sabías palabras, muchísimas gracias doctor, el taller y tus vídeos de YouTube están llenos de aprendizajes muy enriquecedores.

El psicópata o los rasgos psicopáticos nacen de la crueldad sufrida donde la persona ya no soporta más dolor, así que la mente se anestesia y la persona actúa desde la frialdad sin compasión por el otro y sin culpa si hace daño. Los rasgos narcisistas o el trastorno narcisista nacen de la desesperación y la frustración de intentar agradar a los demás de todos los modos posibles y de no conseguirlo, es una manera de sobrevivir ante la impotencia de sentir que no agradas, de sentirte inferior, donde la única solución de nuestra mente es llevarnos al otro extremo, nos empuja a sentirnos superiores y a agradarnos totalmente a nosotros mismos para compensar ese dolor; estoy convencida de que de ahí nacen también el perfeccionismo extremo y la distorsión de la autoimagen.
Los psicópatas o narcisistas integrados son muy peligrosos, porque como dice el doctor son totalmente conscientes de sus manipulaciones; y tener ciertos rasgos, que no suelen ser conscientes y que conforman ese ego disfuncional del que a veces te he hablado, complica nuestras relaciones sociales en la vida, aunque si somos conscientes y no lo proyectamos en los demás pero no lo sanamos, lo revertimos y esto puede incomodarnos sobremanera interiormente haciendo insoportable nuestra relación con nosotros mismos muchas veces, incluso puede ser peor si lo sostenemos en el tiempo. Y cuando ambos trastornos o rasgos se mezclan, algo que puede suceder en el despertar espiritual, entonces ya apaga y vámonos, una bomba de relojería. Así lo veo por todo lo aprendido y por todo lo sentido al menos.

Foto de Bruno Feitosa en Pexels

Compartir

Deja un comentario

Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia web.