LA MAGIA ESTÁ AHÍ (CAP. 5)

Que la magia existe no lo dudaba, pero sentirla como la sentí ayer de la mano de Isha Morah en Ayunarte, es una experiencia que jamás olvidaré.

Mi viaje espiritual comenzó conectándome con el padre cielo; el último año y medio la madre tierra me abrazó, realmente nunca dejó de hacerlo, simplemente yo estaba dormida y no podía sentir su sostén, había perdido mi conexión y con ello mi voz genuina.

El trabajo con el yoga orgánico me trajo el alma al cuerpo, ser cuerpo, ser naturaleza, ser biología es lo que somos realmente en esta experiencia terrena, naturaleza y esencia nos conectan al espíritu.

Hace 25 años sentí que el Universo me atravesaba, con el paso de los años he ido sintiéndome conectada a cada ser y a cada elemento día a día, y este último año y medio los tambores han llamado a mi corazón despertando mi latido.

Mi intuición me ha llevado a frecuencias de la tierra para poder llevarme a ese equilibrio que mi ser necesita entre arriba y abajo, entre el cielo y la tierra. Estas últimas semanas he estado siendo consciente de que perdí mi voz pero puedo volver a recordarla, mi voz es mi latido, un latido conectado al latido de la tierra madre.

Sin duda las dinámicas de consciencia corporal de las clases de Isha, unidas al vacío del ayuno, a las meditaciones y al trabajo de atención plena de Javi en Ayunarte, que abren paso en el espacio interno, han contribuido a poder ver con los ojos del corazón, la magia y el amor de nuestra madre tierra.

Lo iba a dejar aquí pero un impulso me lleva a contar lo visualizado en la última meditación con Isha.

Sentir que conectaba con una dimensión donde los elfos, las hadas y las ninfas existen, no tiene palabras, si digo que ha sido una experiencia mágica se queda muy corto…

Al espacio representativo de mi mente han llegado paisajes, paisajes nítidos de colores potentes. En una de las imágenes que he visualizado, he visto un maravilloso bosque frondoso, pero lo más increíble ha sido visualizar un mar con montañas de fondo, formado por un sinfín de ríos serpenteantes de un azul plateado muy claro, un paisaje de una belleza extraordinaria…

Isha, Javi, gracias infinitas por este regalo que siempre vivirá en mi corazón.

Foto de Alexander Mass en Pexels.