EL AHORA ES AHORA (CAP. 11)

Es paradójico que hoy que tendría tanto por decir, no tengo ganas de decir nada.

Llevo un mes entero poniendo voz a un sinfín de situaciones pasadas, a momentos vividos silenciados, a muchos conflictos internos inconclusos que necesitaban integración con entendimiento y palabra, también perdón.

He llegado hasta aquí y esta última semana ha sido devastadora, por donde la mirase, pero no para mí sola y eso es todavía mucho más desolador.

He hablado mucho, pero no he escrito casi nada y hoy he sentido el impulso pero me he encontrado con una voz calmada y más ligera que se siente en paz en el silencio porque ha sido escuchada y se ha podido expresar, una voz que, aunque cansada, se siente más afinada con el momento presente.

Hoy no decir nada abre espacio a la inmensidad del ahora, del silencio infinito, hoy no tener la necesidad de decir sostiene la presencia en el cero, hoy la mirada a la frecuencia del ruido interno intensifica la confianza en la propia voz de mañana.

Me parece curioso que hoy Facebook me haya recordado algo que escribí hace justo 13 años, las sincronías jamás dejan de sorprenderme.

«Fragmento de «Una Ventana al alma» (es mi primer libro, lleva estos 13 años guardado en un cajón, ha sido bonito reencontrarme con él)

Estaba buscando la traducción exacta de una frase de Eckhart Tolle, autor de ‘El poder del Ahora’ y he encontrado un enlace en youtube de sus frases con una música que no tiene desperdicio, ha arrancado de mi alma los pocos restos de sufrimiento que me quedaban después de haber escrito esta noche, la paz que experimento en estos momentos… no tiene precio, vivir el Ahora sin experimentar sufrimiento es de incalculable valor, por favor valóralo, valora estar ahí con este humilde libro escrito para ti entre tus manos, levanta la vista de sus páginas y valora todo lo que vean tus ojos, cuando salgas de tu casa valora todo aquello que hay detrás de la puerta, valora cada persona que se cruce en tu camino en cada Ahora que vivas, no tienes otra cosa, valora cada instante de tu Ahora, cada respiración, cada ser vivo, todos los Ahoras que valores llenaran tu vida de Amor y de Paz, es algo que no se puede comprar en ninguna parte»

¿Que qué siento al leerlo? De nuevo silencio… y una cierta tristeza tal vez por el enorme esfuerzo que encierran mis letras por alcanzar ese cero del que vuelvo a hablar hoy y que parece no llegar nunca pero que paradójicamente (de nuevo) siempre está ahí para nosotros si sabemos, si podemos vivirlo sin estar ausentes de nosotros mismos.

Foto de Castorly Stock en Pexels