Skip links

LA VICTORIA Y EL DRAGÓN (CAP. 1)

Ayer hablé con mi tía Victoria, no es casualidad que sea mi madrina, tampoco lo es que Jorge sea mi padrino, como tampoco lo es que mi nombre saliese de una chistera de las manitas de mi prima que aún era un bebé, la magia viene conmigo desde la cuna y sin duda la fuerza de la Victoria y la del caballero que mató al dragón según la leyenda, me han acompañado todos estos años para salir triunfante de mis desafíos internos, que aunque en los inicios del camino fueron batallas, a día de hoy son rendiciones de amor, porque además paradojicamente amo a los dragones. Si en algún momento me sentía sin fuerzas recordaba a mis tíos y era como obtener energía extra para continuar ¿Que todo puede ser parte de mi imaginación? por supuesto que puede ser, no lo niego y nunca lo sabré, pero a mi me funcionaba y les estaré eternamente agradecida, también a los talentos que de ellos me acompañan; a ellos les debo saber confeccionar con amor mi traje a medida en esta experiencia humana y tener valor, inteligencia y aceptación frente a los desapegos.

Me viene al recuerdo que hace unos años, en una meditación de Ángela Cardona https://youtu.be/wM8ryp-MN9k para eliminar el dolor de cabeza, yo destrozaba el objeto que me lo causaba; ayer la hice de nuevo y el objeto desaparecía con dos toques de varita, que no era otra cosa que una rosa blanca.
Sin duda era una visualización, pero el dolor de cabeza se me quitó de verdad y la diferencia en mi corazón de fulminar un martillo con rabia, a hacer desaparecer un hacha con el perfume de una rosa es muy grande, mi corazón sonríe y recuerda con cariño aquella chistera.

Fotografía de Luis Quintero en Pexels

Compartir

Deja un comentario

Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia web.