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DICHOSA (CAP. 9)

«Paso tras paso, sin mirar atrás en las huellas del camino. Luces y sombras, amor y sufrimiento. Corazón y alma, aliento y desaliento. Locura y calma, paz y desasosiego. Sentires, pensamientos y deseos. Playa y desierto, noche y día, placer y dolor, abundancia y soledad, ternura y resentimiento. Risas y llanto, viento, lluvia, dulzura y tormento.

Paso a paso, futuro incierto, dudas y firmeza, castigo y premio. Respiro… corazas que pesan, inocencia perdida que poco a poco recupero. Música… incesante baile ancestral e infinito, a veces yermo. Voces que gritan, susurros, lamentos, caricias y abrazos, sonrisas dormidas, carcajadas etéreas, discernimiento. Vellos de punta, sueños a flor de piel, sensaciones que siento. Olores, sabores, sonidos, paisajes, roces salvajes y también serenos. Primavera, verano, otoño, invierno…

Paso tras paso camino, paso a paso construyo mi propio sendero. Manos ofrecidas, corazón siempre dispuesto, alma que vibra para romper el cemento. Dualidad que abrazo, sinvivir viviendo, sobrevivir para vivir de nuevo. Norte, sur, arriba, abajo, brújula a veces sin control, otras sin freno. Brisa, viento, tierra, cielo, fuera, dentro. Alegría, tristeza, orgullo, bondad, Espíritu, Ego… Busqueda de coherencia en un caos, que con conciencia y consciencia ordeno, uniendo los pedazos del roto espejo, integrando fragmentos, amando lo que más quiero, la experiencia de la vida, que no es sino lo que somos, aquí y ahora… y en lo eterno»

Hace seis años que lo escribí y siento que he cambiado mucho interiormente, leerme me ha recordado mi caos en tantos momentos, un caos que hoy siento ordenado; hoy siento que por muy fuerte que sople el viento, todo el trabajo hecho ha forjado una base estable que siempre permanece, sin duda ha merecido la pena; también siento que he recuperado la musicalidad que tenía entonces y que perdí a lo largo de este último tramo; hoy ya no me siento víctima de nadie, hoy no me siento víctima de la vida, ni siquiera de mi alma, y eso no tiene precio, no hay mayor libertad que sentirse libre de uno mismo, una libertad que abraza la incertidumbre y agradece cada nuevo sol y cada nueva luna con el corazón lleno de dicha.

Y justo veo en el reloj las 10:10, esta hora me habla de nuevos comienzos y finales, de cierres de ciclo y nuevos puntos de partida…

Foto de nappy en Pexels

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