Se llama David, su nombre significa amigo amado, su abuelo también se llamaba David.
Cuando David estaba en el vientre de su madre, ella tuvo que estar cinco meses y medio en la cama sin moverse ni para ir al baño, peligraba la vida del bebé, ella a pesar de ser una mujer muy activa, no se movió por amor a su hijo, su abuelo David estuvo con ella y con el pequeño cada día de aquellos 165 días, lo se porque yo también estaba allí.
El abuelo enfermó de demencia senil, vivió con la enfermedad 7 años, su hijo fue a afeitarlo cada día, tal y como el abuelo había hecho siempre.
Hoy, el padre de David sufre Parkinson y sus piernas han dejado de caminar y está ingresado, David va a visitar a su padre cada día, esas visitas son un regalo de vida, la misma vida que su padre regaló a su abuelo, la misma vida que su abuelo regaló a su mamá y a David cuando era un bebé.
Hay historias de amor y vida que merecen ser recordadas, agradecidas y honradas.
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Terapeuta, Profesora y Entrenadora de Integración Emocional
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Investigadora y Escritora del Ser Integral