LA VOZ SONORA (CAP. 13)

Respiro… Vuelve a suceder… Respirar es el inicio cuando me cuesta poner palabras a lo que estoy sintiendo.

He estado poniendo voz a muchas situaciones que no la tenían desde que conocí a Isha Morah hace más de un mes, pero el otro día inicié de su mano el verdadero viaje con la voz sonora.

Me doy cuenta de que he trabajado mucho con la voz, aunque no fuese consciente de estar haciéndolo mi intuición ha ido por delante de mi consciencia en infinidad de ocasiones.

En la sesión con Isha descubrí muchos bloqueos emocionales en mi cuerpo, bloqueos que necesitaban expresión vocal para poder seguir avanzando.

Después de la sesión me han salido una especie de quemaduras en la cadera, que según el Jin Shin Jyutsu hablan de una sensación de no avance. Para mí son un reflejo de estar quemada emocionalmente, por todas esas voces calladas, por todo lo no dicho.

Hoy he tenido un sueño bastante duro y revelador, ya era anciana y me veía postrada en una cama con escaras en las piernas. Las escaras, que son lesiones causadas por la presión prolongada en la piel, se han convertido en una metáfora perfecta de todo lo experimentado. La voz no expresada es como esa herida silenciosa que no sangra pero quema, una herida que se forma por la presión constante de lo que nunca encuentra salida.

Llevo muchísimos años pensando que roncar tiene mucho que ver con lo que tenemos guardado, ahora veo que la voz no expresada va mucho más allá de un ronquido.

Isha, gracias eternas desde mi alma, te agradece infinito poder liberar su dolor profundo al tiempo que canta el amor del que está hecha.

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