Estoy haciendo un trabajo de una semana con Yolanda «El viaje de las Amazonas de Luz». Lo hace de forma altruista, pero con una recaudación a voluntad que irá destinada a una causa benéfica. Yolanda siempre es muy generosa.
Ayer nos propuso un ejercicio, elegir a una persona con la que nos pareciese imposible poder dejar de proyectar. Había que hacer un recorrido por todo el trayecto vivido con esa persona, y así poder ver también los buenos momentos con ella. En mi caso eso era difícil, todo sucedió en muy poco tiempo, aún así quise hacer el trabajo, recordaba cada instante de lo sucedido, menos la laguna que tengo de cuando me obligó, haciéndome daño en el brazo, a meter mi manita en su bragueta, ahí se apagó la luz, para una niña de seis años aquello era más de lo que su mente podía asimilar en aquel momento.
Me conecté con esos momentos amables, trabajé con las preguntas de la IE, con las de la culpa de Marisa y Roberto de las Jornadas de duelo y viajé con Mercedes al pasado para decirle a la niña desde la adulta que no tuviese miedo, que no le iba a pasar nada, que estaba a salvo, que seguía viva; y lo logré, dejé de proyectar en aquel hombre.
Esto he escrito en el grupo:
«Por fin he podido sentir el perdón profundo hacia el pederasta. He sentido la necesidad de que lo pillasen, de que confesase, de que pidiese perdón. He podido observar que una parte de mi no lo quería perdonar por miedo a que volviese y me hiciese daño de nuevo o me matase. No sabía que ese miedo estaba ahí, no lo había sentido, ni siquiera había pensado que lo hubiese podido sentir en aquel momento, pero estaba reprimido en algún lugar de mi inconsciente.
He conectado desde el corazón con lo cariñoso que fue al principio, no se si lo que hizo lo tenía pensado o fue reactivo, pero aquel cariño era de verdad y me quedo con eso. Lo que hizo estuvo mal, pero he podido separar el evento de lo que yo sentí, de eso él no fue responsable, solo de sus actos; al hacerle responsable de mi sentir le entregué mi poder personal, hoy lo he retomado. Me siento más libre que ayer. Un abrazo grande y mil gracias Yolanda, un cariño a todas.»
Tengo que reconocer que sentir gratitud me ha costado, pero he buceado y he podido ver que en mi karma había una energía de abuso sexual por poder, y como dice Yolanda, vida como Gloria solo hay una y es importante vivir el presente, pero yo creo en la reencarnación y mi alma vivió otras vidas, y como le he dicho, a veces esa energía está presente y afecta a esta experiencia vital como Gloria. Así que desde ahí he podido sentir gratitud por él al permitirme resolver el karma de esa experiencia de abuso.
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Fisionaturopatía y Fisioestética
Terapia holística ‘Análisis Quantum’
Terapeuta, Profesora y Entrenadora de Integración Emocional
Conciencia y consciencia
Filosofía Experiencial
Investigadora y Escritora del Ser Integral