Volver, que bueno volver, que bueno sentir que el corazón late en el pecho con la libertad de una paloma. Que bueno sentir latidos que hablan al unísono de una existencia elegida, cuanto se echan de menos cuando se alejan de ti. Cuanto miedo de no recuperarlos, cuantos momentos de angustia sin saber si volverán. No hay nada más doloroso que sentir fuera de ti el corazón que late en tu pecho, así que abrazalo con fuerza, porque aunque sus latidos se vuelvan alguna vez imperceptibles, él si percibe tu abrazo, y no dudes que volverá corriendo a estar entre tus brazos porque realmente nunca se fue.
No hay corazones malos, solo hay creencias que se evaporan con una sonrisa verdadera y mucho amor a la vida aunque el camino a veces sea escarpado y costoso.
Un día mi sabia princesa Silvia me dijo algo que me llegó al alma, que ella hacía las cosas a golpes de corazón, eso es exactamente un guerrero de la luz, esa es su única arma, su corazón, desnudo, bondadoso, puro, auténtico. Nada mejor para caminar por la vida, precisamente para vivirla sin atacar y sin tener que defenderse.
Como dice Montserrat Gascón https://youtu.be/vHkCNwxPSAE, muy recomendable, hay que vivir la vida a golpes de pericardio. Si golpeas con el corazón, el maltrato se hace inexistente, es un sutil roce de amor envuelto en sonrisas y buenas intenciones.
Deja que la vida se manifieste a través de tus ojos. Permitete ver más allá de la superficie. Mira con los ojos del corazón y respira la luz de tu alma. Vive con la mirada del niño que eres, él sabe de ilusión, de felicidad y de amor. Él observa, mira, ve la vida de colores como el pequeño gran maestro que es… que eres.
Foto de Dalila Dalprat en Pexels
Fisionaturopatía y Fisioestética
Terapia holística ‘Análisis Quantum’
Terapeuta, Profesora y Entrenadora de Integración Emocional
Conciencia y consciencia
Filosofía Experiencial
Investigadora y Escritora del Ser Integral