Después de leer ‘La cara del alma’ me quedo con un sabor agridulce. Hay alguna errata y además hay capítulos donde salto de una cosa a otra, y otros aún peores donde reina el caos y la luz brilla por su ausencia, es imposible seguirlos; imaginaba que para alguien que nunca ha hecho crecimiento personal tal vez sería algo complicado, pero para quienes ya son más conscientes no, pero la verdad es que hay momentos que no los entiendo ni yo, y no solo me siento ‘no suficiente’ sino que siento mucha vergüenza. Mi idea era explicar con la mayor claridad posible todo lo que vivo interiormente y me siento bastante decepcionada de mi misma. Eso sí, si ha servido para que mi hermano se sienta bien porque su interior es simple, simplicidad en el sentido de ausencia de caos, ya ha valido la pena.
Conectar con está vergüenza y este sentir me abre la puerta a poder trabajarla de nuevo a nivel oseo, en las células de mi columna vertebral, porque ese ‘no soy suficiente’ y esa vergüenza están incrustados en ella y… ‘es importante perdonarme la situación complicada y la simplicidad de los demás y las emociones que me han hecho llegar a mi misma por mis propias heridas’.
Esto último que está entre comillas me lo han transmitido a través del texto predictivo, estoy sin palabras. Así que sí, me perdono, perdono mi sufrimiento, mi locura en la búsqueda de la paz interna a toda costa y la envidia que he sentido tantas veces al observar la simplicidad y la felicidad de los demás.
Y antes quería añadir, que cuando el dolor está incrustado, por mucho que sanes tus heridas a otros niveles, en los otros planos, mental, emocional y energético, los patrones pueden seguir repitiéndose; así que a veces, si existen traumas, es necesario trabajar a un nivel más profundo para sentir verdadera liberación.
Muchas veces me he desesperado al sentir que había trabajado algo y el patrón seguía apareciendo en mi vida, y es que somos como las cebollas como te dije, a veces tenemos muchas capas aunque no se vean.
Un trauma no sólo es una situación de shock emocional que causó un impacto en nosotros y que nos afecta más cuanto más pequeños eramos, un trauma puede venir ya impreso en nuestros genes e incluso crearse en nuestra edad adulta cuando no tenemos cosas resueltas y en nuestra vida se repiten patrones una y otra vez, la repetición negativa es traumática.
¿Se nota que estoy triste? bueno, no pasa nada, me siento serena al tiempo, y eso me hace sentirme bien, además hoy veo claridad en mis palabras, cosa que me hace sentir mejor todavía.
Abrazando con amor mi tristeza…
Carmen Cano Ochoa, una de mis compañeras de Infinita, nos habla esta semana del tercer chakra en su grupo ‘Nuestro Camino Interior’ https://www.facebook.com/groups/nuestrocaminointerior/?ref=share y el otro día dijo algo sobre la vergüenza que me llamó la atención y que hoy viene totalmente al caso. El tercer chakra es uno de los centros energéticos principales del cuerpo, es el que está asociado con nuestro poder personal y con nuestra autoestima.
«La vergüenza es la antítesis de la autoestima: derrumba la zona media del cuerpo y nos roba energía, frena la energía mental que llega desde arriba y también interrumpe la fluidez que llega de la base.»
Se que la vergüenza me ha acompañado toda la vida, en Develand https://develand.es/ liberé gran parte, pero seguía estando en mis células, espero soltarla del todo por fin, es el único modo de sentirme suficiente en la vida, en mi vida.
Gracias tati por tu palabras, me alegran el alma: «Somos muy exigentes con las cosas que hacemos… Piensa que lo que para uno está mal para otro está bien… no te exigas tanto ¡¡lo que escribiste si en su día te pareció bien, bien está!!!»
Fisionaturopatía y Fisioestética
Terapia holística ‘Análisis Quantum’
Terapeuta, Profesora y Entrenadora de Integración Emocional
Conciencia y consciencia
Filosofía Experiencial
Investigadora y Escritora del Ser Integral