Ayer Carmen publicó un post en el que hacía referencia a como poder sanar a nuestro Niño Interior, cuyas heridas muchas veces tienen que ver con su propia percepción.
«A través de la creatividad y la expresión personal, el Niño Silencioso transmuta sus emociones negativas en energía positiva y reafirmadora de la vida.»
Iron comentó que lo malo es cuando ese bloqueo tambien lo hace con la creatividad.
Le dejé este comentario: «Sí, se lo que es, me pasó y lo pasé muy mal, tiré 52 poemas que había escrito en 16 años y me bloqueé al tirarlos porque para mi eran importantes, pero estaba haciendo un trabajo de desapego y sentí que tenía que deshacerme de ellos.
Como tenía una resistencia muy grande y no podía escribir nada, una amiga me recomendó ponerme con un bolígrafo y un cuaderno a diario, y me costó mucho, pero yo me ponía cada día a las 6 de la mañana antes de ir a trabajar. A los 4 meses había escrito 150 poemas.»
Recuerdo que me sentí muy bien, además al final me alegré de haberlos tirado porque la mayoría eran del estilo ‘sin ti no vivo’, y todo lo nuevo era mucho más positivo y motivador. Recuerdo además que todos los poemas que había tirado que tenían un mensaje positivo volvieron a mi mente, cosa que me pareció increíble, y los volví a escribir.
Carmen me dijo que viví un proceso transmutador, lo creo absolutamente.
Y volviendo a las heridas del niño, ayer Mercedes una compañera del grupo de la ‘Mujer Magnética’ me ayudó a ver algo muy importante. Adriana nos había planteado lo siguiente:
«Hay mucho amor no expresado…
Hay muchas hermosas conversaciones esperando…
Hay muchas oportunidades de conectar, de amar, de escuchar y de decir ‘te comprendo’, ‘te escucho’, ‘te veo’, ‘te amo’…
Te invito a compartir ‘eso’ que nadie ha escuchado… yo te escucho…»
Yo comenté que a mi me hubiese gustado poder decirle a mi madre que estaba triste cuando mi abuela murió, y que necesitaba un abrazo, solo tenía siete años, pero no sé lo dije.
Mercedes me dijo que qué difícil para mí y para mi madre no saber que hacer ni que decir con tanto dolor. Y se lo agradezco mucho porque es verdad, siempre he pensado que era muy triste que mi madre perdiese a mi abuela siendo muy joven, pero lo que me ha dicho Mercedes me ha hecho ponerme en sus zapatos y darme cuenta también de que ella necesitaba ese abrazo más que nadie. Muchas veces el Niño Interior tiene una visión muy egocéntrica de las cosas y cae en un cierto victimismo, así que el simple hecho de ampliar esa visión es sanador en sí mismo.
Fisionaturopatía y Fisioestética
Terapia holística ‘Análisis Quantum’
Terapeuta, Profesora y Entrenadora de Integración Emocional
Conciencia y consciencia
Filosofía Experiencial
Investigadora y Escritora del Ser Integral