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LA IMPORTANCIA DE LA ALEGRÍA (CAP. 6)

Llevo dos días en los que ‘Habana’ de Dollar Selmouni ft Sule B https://youtu.be/F4I1g47mI0Q, suena una y otra vez en mi cabeza, como cuando Patrick Swayze le canta ‘Enrique VIII soy’ a Whoopi Worldberg en Ghost; por cierto dos de mis actores preferidos.
La verdad es que esto me pone un poco del revés, porque él era un fantasma con un propósito, pero yo no tengo ni idea de porqué la oigo jeje.
Estos días, además, me están pasando cosas con todo tipo de polvos blancos, por decirlo de algún modo, se me cae la sal, se me derrama el azúcar por encima, me mancho con el polvillo de la tiza… algo que también se que me dice algo pero no entiendo. Y bueno, también se me han estado perdiendo cosas que luego estaban ahí pero yo no veía… no tengo ni idea del mensaje, no caigo.
Acabo de ver una palabra en el texto predictivo que no veo que tenga relación con todo esto, pero me ha llamado y no solo la atención, es como si me dijese: ¡eh mírame! La palabra es ‘mesencéfalo’, el otro día Elsa Rebollo habló de su importancia en una clase, pero como he estado tan densa, si quieres que te sea sincera no lo recuerdo bien, aunque creí entender que era una parte que estaba conectada a La Fuente o como cada uno la quiera denominar, como siempre digo.

El mesencéfalo es una de las partes del tronco del encéfalo, que es la masa nerviosa contenida dentro del cráneo. Lo que me llama más la atención es que si hay un daño en el mesencéfalo puede haber una alteración de la sensibilidad del dolor ¿Y?
Sigo sin entender que tiene que ver que quiera salir de la Habana con un daño en el mesencéfalo jaja.

Uy, acabo de buscar qué es lo que causa daño en el mesencéfalo y veo las palabras: daño cerebral e ictus. ¿Me queréis decir que puedo sufrir un ictus? Voy a buscar en biodescodificación, pero ¿alguien me puede explicar porqué bailo ‘Habana’ en mi cabeza jaja? ¿Que si me alegra? ¡Sin duda! ¡Me encanta! aunque me esté volviendo un poco loca jejeje.

Este es un extracto de lo que nos dice el diccionario emocional de sanateysana.com: «Mis dolores interiores y las emociones disimuladas y reprimidas me impiden expresar todo mi potencial de amor. Todos mis miedos se amplían y mi vida ya no vale la pena ser vivida. Ya no consigo adaptarme a los cambios futuros porque es demasiado duro para mí. El amor es el principio fundamental de toda vida. Compruebo los síntomas posibles y estoy a la escucha de mi voz interior.»

Al leer lo del ictus veo también el conflicto emocional de la apoplejía, que me cuadra más con mi principio de hipoxia.
«La crisis de apoplejía es la manifestación de la necesidad extrema de resistir a la vida y a los cambios, del rechazo y de la negación de varios aspectos de mi vida y de mi ser. El vehículo de mi alegría de vivir, la sangre, ya no consigue irrigar convenientemente una parte del cerebro. Esta parte deja de funcionar y sigue la parálisis. Si resisto a la vida, estoy de acuerdo con abandonar y mantenerme cerrado. Prefiero morir: es más fácil y la destrucción es mi única salvación. ¡Es el fracaso! Esta parálisis me impide expresar plenamente mi energía vital y mi potencial creativo. Mis actividades están ahora limitadas. Si quiero hallar la alegría que alimenta mi vida, rápidamente debo abrirme a la intuición y al amor y expresar más lo que siento. Empiezo sobre todo a tener más confianza en la vida.» Me cuadra totalmente.

He seguido buscando lo del daño en el mesencéfalo y he encontrado esto: «El daño a ciertas áreas del mesencéfalo se han relacionado con el desarrollo de la enfermedad de Parkinson.»

El Parkinson está ligado directamente a la falta de dopamina en el cerebro, que entre otras cosas está ligada a la motivación y a la recompensa (el placer que se siente al lograr algo). Me queréis decir que si sigo desmotivada y pensando que no logro nada también podría desembocar en esto ¿no?

Me he emocionado al leer lo de la falta de alegría porque precisamente ‘Habana’ no deja que la pierda por mucho que empiece a faltar oxígeno en mi cerebro, así que agradecida es poco, se me nublan los ojos…

Lo que entiendo es que la presión de mi cerebro, la falta de oxígeno, no es ni por los estudios, ni por el trabajo, sino por mi falta de alegría al sentirme triste porque no tengo resultados manifiestos, porque no tengo ese éxito que me creo que es el importante… sin duda me queda claro que el verdadero éxito es vivir con alegría, aunque por supuesto la vida también tenga momentos de tristeza y de dolor.

De que el estrés nos afecta no me cabe la menor duda, pero es verdad que podemos reducir el ritmo o podemos hacer cosas que nos ayuden a disolver las tensiones, pero la falta de alegría no se puede compensar, es cuestión de un cambio de actitud, y es cierto que estos tiempos de covid nos restan muchos momentos de alegría, pero podemos vivir cada uno de nuestros ‘ahoras’ conectados a ella disfrutando cada cosa que hacemos.

Lo de los ‘polvos’ sigo sin entenderlo, aunque puedo hacerme una idea ahora que pienso jajajaja.

(Fuentes http://Wikipedia, psicoactiva.com, alento.org, cbseram.com)

Foto de Jill Wellington en Pexels
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