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RETOMANDO MI PODER (CAP. 3)

Todo comenzó con la propuesta de Yolanda Lucas Bravo, Coach, Mujer Creadora y Líder Infinita.
https://www.facebook.com/yolanda.MujerCreadora
‘Rompiendo Cadenas’ tenía el propósito de ayudarnos a romper con esos ‘Trigger’, ‘Engramas’ o ‘Potenciales’, dependiendo de la escuela que imparta la enseñanza, que detonan en nosotros un estado emocional que nos secuestra de nosotros mismos, que nos aleja de nuestro poder personal porque se apoderan de nuestro sentir.

Había que elegir un tema y yo en principio elegí uno que todavía sigue sin resolver, pero trabajé el que el alma sabía era prioritario.
El día anterior al inicio del taller, Gracia una amiga y compañera refirió el tema de la injusticia, es algo que me toca hondo, así que estuvimos deshilvanando cosas al respecto.

Cristina de Armas https://www.cristinadearmas.com/es/ , ese mismo día nos invitó a una clase donde trabajamos las emociones en los órganos y vimos la ira y el hígado, sentí mucha ira reprimida en él, mucha rabia no expresada en toda mi vida, una rabia que se transformaba en culpa en cada situación desde mi niñez. Llegué a sentir incluso dolor físico en el hígado en la integración emocional física que hicimos, había mucha presión acumulada en él.

Todo estaba encadenado.

Al día siguiente en el taller, Yolanda nos hizo una visualización totalmente sanadora donde trabajamos con la niña para que pudiera sentirse segura y amada. Fue una sesión donde volver a conectar con ella; como dice Yolanda una sesión donde romper barreras entre la niña y yo, una sesión donde no muere la niña alegre y feliz, sino la separación y la distancia entre nosotras, una sesión en la que la niña deja de sentir desaprobación para sentir amor incondicional y también deja de vivir asustada.

Agradezco a Yolanda su propuesta y guía, a Gracia por ayudarme a desenmascarar todo lo trabajado, a Carmen por su apoyo y sosten desde el alma y a todas por la escucha. 
También a Cristina por la liberación física.

Por la noche vi un programa en Netflix donde salió un grupo de niños de la edad que yo tenía en todos aquellos sucesos; niños maravillosos, espontáneos,  sonrientes, felices y sin filtros como alguien dijo. Fue verlos y escuchar eso y romper a llorar, algo que sin duda terminó de liberar mi sistema nervioso y todo el proceso. Gracias por ello.

Hoy veo claramente que la mayor injusticia de mi vida fue no permitirme ser una niña libre por haber cedido mi poder y no expresar mi sentir. Me alegro de sentir la libertad, la reconciliación y la paz que siento en este momento.

Foto de Sharon McCutcheon en Pexels

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