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INCONSCIENTE, MENTE CORPORAL Y MENTE SUPERIOR (CAP. 19)

He estudiado mucho sobre el inconsciente y sin duda creo que guardamos en él mucho más de lo que podemos imaginar y que nos puede condicionar la vida; pero una vez hubo algo que me hizo click y fue algo que dijo Carmen Cano Ochoa de ‘Nuestro Camino Interior’ y es que el inconsciente no puede tomar decisiones.

Recuerdo haber leído que nuestra voluntad está entre los dos hemisferios cerebrales, imagino que debe estar en la zona donde está situada nuestra glándula pineal, que dicen que es nuestro punto de conexión con el alma y con la inspiración creativa; también se que tomamos las decisiones desde nuestro prefrontal, y hoy se que decidimos en base a nuestra información y que si esta está muy arraigada puede parecer una verdad tan absoluta que puede condicionar nuestras elecciones enterrando nuestra voluntad, incluso puede llevarnos a cometer actos atroces, pero realmente el inconsciente informa y nosotros decidimos; también creo que nuestro prefrontal está directamente afectado por nuestra zona cerebral de recompensa o castigo, está zona es la mediadora de nuestras sensaciones de placer y si en lugar de recompensa tenemos memorias de culpa, en lugar de sentirnos merecedores de abundancia, sentiremos que merecemos castigo y nuestras decisiones estarán enfocadas en él, algo que puede llevarnos a vivir anclados en el victimismo o atrapados en adicciones.

Con toda esta información y mi experiencia con la meditación, el mindfulness y la observación y otros estudios más, incluyendo a Silo y a Freud, y que estoy comprendiendo aún más en un curso que estoy haciendo actualmente, hoy puedo poner mucha más luz a lo que Carmen nos comentó de que el inconsciente no puede tomar decisiones, y es porque precisamente sólo es lo que he dicho al principio, un almacén de datos, literal y simplemente nuestro disco duro de memoria, por eso siempre que nos autopreguntamos hay respuesta, todo está grabado en nuestro archivo particular. Hoy también veo más que nunca que el inconsciente es algo totalmente necesario para el ser humano, nos sería imposible funcionar teniendo que estar pendientes de todo, así que al igual que el inconsciente se encarga de hacer funcionar nuestro cuerpo sin que nosotros demos órdenes, que nuestro corazón lata sin la necesidad de estar pendientes, que el hígado filtre la sangre, etc; o al igual que cuando aprendemos a conducir llega un momento en que todo lo hacemos de forma automática porque la información ya se ha grabado y almacenado; sucede lo mismo con el resto de información, se automatiza y puede dirigir nuestras vidas porque no sabemos que tenemos un poder de decisión más allá de la información que nos envía nuestro inconsciente y un poder de autorregulación de nuestro proceso de aprendizaje llamado Metacognición que nos habla de autoconsciencia, algo que a su vez nos habla del libre albedrío, porque la información se puede modificar o borrar pero no lo sabemos; realmente podemos conocernos en profundidad y elegir sin los condicionamientos de la información almacenada, porque es verdad que el inconsciente no puede decidir, pero si puede darnos esa dirección desde la información que guarda si no ponemos consciencia, ya que percibimos el mundo en base a esa información en lugar de llevar nuestras propias riendas.

En lamenteesmaravillosa.com hay un artículo muy bueno sobre la Metacognición.https://lamenteesmaravillosa.com/que-es-la-metacognicion/

La mente corporal de la que te hablé, es la que guarda la información registrada en el cuerpo, la memoria de sensaciones que se grabaron cuando vivimos algo traumático o algo repetitivo y que como bien explica Inti Waka en su vídeo ‘Como no ser controlado por tus emociones y pensamientos’ https://youtu.be/RiOZUKdU360, si está dañada no se puede reparar desde la misma mente en la que se creó el problema, porque es una mente atrapada, una mente que distorsiona la funcionalidad del cuerpo; para liberar nuestro cuerpo y que esa mente corporal sea funcional, necesitamos acceder a nuestra mente superior o supraconsciente y para eso nada mejor que la meditación, donde conectamos con el corazón; Atma Bhujam que conecta los planos superiores con el cuerpo; y el Mindfulness, donde observamos todo lo que hay aquí y ahora, y que incluye toda la información que está atrapada y/o reprimida.

Y por supuesto estoy convencida de que todo lo que se trabaja en ‘El punto de vista del Cuerpo’, además de que es la mejor técnica para liberar tensiones y reorganizar el cuerpo para que funcione desde el mínimo esfuerzo; la Técnica Sensoriomotriz; la Respiración Holoscópica; la Respiración Consciente; el Focusing; la Kinesiología, que nos habla de la sabiduría del alma en el cuerpo, algo de lo que también se habla en el vídeo de Inti Waka y con lo que pude entender que mi alma sabía perfectamente hasta donde llegaban los límites de mi cuerpo para mis investigaciones sobre la somatización de las emociones; y otras técnicas enfocadas conscientemente en el cuerpo; también ayudan a liberar todas esas memorias corporales.

Esa mente corporal disfuncional precisamente es la asociada a las adicciones destructivas, Inti Waka lo explica muy bien en el vídeo, el cuerpo por repetición da por válida la información de ingesta de sustancias y cuando le faltan los químicos que le aportan sigue pidiéndolos, aunque aquí es importante ver algo más y es preguntarnos porqué en lugar de recompensa elegimos castigo y porqué dejamos de generar esa química tan necesaria para nuestro bienestar; también estoy segura de que la mente corporal es la que genera las resistencias en el cuerpo porque como dice el vídeo de Inti Waka también puede secuestrar nuestra voluntad.

En cuanto a los traumas más severos, creo que tienen otro funcionamiento; de ellos se encarga el cerebro reptiliano, el de la supervivencia; él graba la información y nos la recuerda cuando vivimos una situación similar como alerta de peligro, el problema es que esto nos puede llevar a vivir en una reinterpretación continúa muy limitante; pero es más de lo mismo, todo son datos registrados y todo se puede modificar o borrar. Esto último puede explicar que paradójicamente puedan convivir el deseo de supervivencia y las adicciones destructivas, por esa falta de químicos, que para mí es debida a las situaciones traumáticas, algo que nos puede generar muchas luchas internas, porque proviene de dos canales distintos de información y que son contradictorios entre sí.

Joe Dispenza dice que meditar es traer el cuerpo al presente; estoy convencida de que esa mente corporal, cuando es disfuncional, está asociada a nuestro cuerpo del dolor y vive anclada en el pasado, y esto se debe a que las memorias emocionales siguen grabadas y almacenadas inconscientemente; y meditar nos ayuda a traer consciencia desde la mente superior, que es esa mente conectada al alma, para poder emprender el proceso de metacognición, autosanación, autoliberación y empoderamiento personal, en el que el inconsciente volverá a tener su función original sin sobrecarga de memorias limitantes; y nuestra voluntad, unida a nuestro ser superior que contempla lo favorable para todos, podrá tomar las mejores decisiones por elección.

Siento que podemos reescribir nuestra historia pero antes necesitamos borrar la información que nos limita.

Todo esto me confirma lo que creía acerca de la salud mental y también que nuestra mente y nuestro inconsciente no son nuestros enemigos sino herramientas maravillosas de funcionalidad humana, crecimiento, evolución y creación.

Reconozco que me ha costado mucho escribir este capítulo, posiblemente es el que más, porque entenderlo es una cosa pero transmitirlo con claridad es otra bien distinta jeje.

Interesante ¿verdad? ¡Feliz día de Reyes!

Foto de Willsantt en Pexels

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  1. Me encanta lo que has compartido aquí. Creo que es cierto que el inconsciente no puede tomar decisiones, pero puede afectar nuestro comportamiento. Es increíble cómo la glándula pineal, nuestro punto de conexión con el alma, está involucrada en la toma de decisiones. Y estoy de acuerdo en que nuestras memorias de culpa pueden influir en nuestras decisiones, en lugar de sentirnos merecedores de abundancia. Gran explicación!

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