EL PRESENTE TOMA PRESENCIA (CAP. 30)

Hoy encontrar el sol interno no es fácil, hace mucho tiempo que no sentía una batalla como la que estoy sintiendo y duele más la propia lucha que los extremos que pugnan en mi interior, lo bueno es que esta vez puedo observarla y tomar decisiones independientemente de ella, tal vez sea que los rayos de sol siguen ahí aunque la intensidad de la contienda los opaque.

Lo que veo claramente aunque no pueda ver la luz porque la oscuridad es muy profunda, es que batallar solo sirve para destruir un momento presente que podría estar lleno de paz y tranquilidad porque realmente nada sucede fuera de mí.

Interiormente los filos de las espadas están llenos de preocupación, juicios, proyecciones, suposiciones, justificaciones, y paradójicos pensamientos pesimistas y castillos en el aire al tiempo que lo único que hacen es querer sacarme de lo vulnerable que habita en mí, además de que nada de todo eso es objetivo porque no puedes basar tu sentir en algo que no puedes sentir porque pertenece a otros o porque simplemente ni siquiera ha sucedido y solo intentas adelantar acontecimientos porque tu miedo y tú inseguridad se abren camino entre lo que podría ser un mar de calma, ilusión y confianza.

Respiro… vislumbro las cosas desde otra perspectiva cuando por fin me paro a poner silencio y orden, pequeños haces se cuelan por los rincones de una racionalidad necesaria entre tanta irracionalidad desmedida.

Respiro… descalzo mis pies y me abrazo a la tierra húmeda desnudando mi corazón para que contenga mis acelerados latidos.

Respiro… sonrío y el drama se va quedando tras un telón desgastado de tantas funciones.

Respiro… esta vez nadie gana la batalla, simplemente el momento presente toma la presencia que le pertenece.

Respiro, hábito, siento y observo con la mirada al frente y el corazón dispuesto como siempre.

Foto de Nandhu Kumar en Pexels