El otro día sucedió algo, bueno más bien no sucedió.
Te conté que había leído que generalmente las personas que han sufrido abusos en la infancia viven con el pulso acelerado y que ese era mi caso hasta hace unos meses, que mi pulso se había normalizado después de llevar un tiempo haciendo clases de Yoga Orgánico y sesiones con Tere; y sigue regulado, pero mi cuerpo ha dado un paso más hacia la salud.
Últimamente he estado haciendo sesiones con Tere de forma más continúa y eso me ha llevado a soltar mucha inseguridad que tenía incrustada en mi biología, esto unido al trabajo de objetivos diarios que estoy haciendo con Tanit y Lorena de ‘La era de la Intuición’, donde trabajo con mi parte más resistente afianzando mi voluntad, me ha llevado a estar más segura de mí y en mí misma y me ha traído un gran regalo.
Había logrado recomponerme de un ataque de ansiedad, de esos que parece que te va a dar un infarto del dolor de pecho tan grande que tienes, acompañado de un fuerte dolor de mandíbula y costillas, en muy poco tiempo, pero en esta semana he tenido dos momentos puntuales de mucho estrés y mi cuerpo no ha reaccionado, ha estado absolutamente tranquilo, mi mar emocional se ha mantenido en calma en pleno pico de estrés, y bueno, más allá de ser un regalo lo considero un éxito.
Lo sembrado comienza a dar grandes frutos.
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Fisionaturopatía y Fisioestética
Terapia holística ‘Análisis Quantum’
Terapeuta, Profesora y Entrenadora de Integración Emocional
Conciencia y consciencia
Filosofía Experiencial
Investigadora y Escritora del Ser Integral