Skip links

BENDITA ADOLESCENCIA (CAP. 16)

Que Nerea, una amiga de Noa que también tiene 16 años, me diga: «increíble, solo llevo un capítulo y no querría que acabase nunca, te felicito y te animo a que sigas adelante», no tiene precio, pero que me diga que cree que leerlo le puede ayudar, me deja sin palabras, me emociona sobremanera y me da un empuje que nadie sabe, no podría describir lo que siento ahora mismo.

La adolescencia, esa maravillosa etapa de la vida, tan incomprendida a veces, sobretodo en su fase media alrededor de los 16 años, de la que muchas veces no nos acordamos y deberíamos recordar.
La fase de la rebeldía, de la necesidad de conexión con nosotros mismos, ese tiempo en el que es importante saber que tenemos un lugar en nuestro hogar, pero también independencia para crecer como nos de la gana. Un tiempo en el que aunque no lo demostremos necesitamos todo el cariño del mundo porque en ese cambio hormonal que atravesamos, sanamos heridas de la infancia que se quedaron atrapadas.

Gracias Nerea por darme pie en este capítulo, gracias por ser una persona tan grande y con tantas ganas de ser feliz como te mereces, como os merecéis todas las almas valientes de la nueva generación que habéis venido a un mundo que se queda muy pequeño para vosotros, como te he dicho. Sois geniales, recordadlo todos, os necesitamos para evolucionar.

Foto de cottonbro en Pexels

Compartir

Deja un comentario

Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia web.