RUPTURA (CAP. 12)

Al final ayer hablé con Daniel, le escribí para preguntarle que qué tal porque estaba desaparecido y me respondió con un ‘holaaaa’ contento.
Fui sincera y le dije que me dolía estar tan bien con él el fin de semana y que después no hubiese nadie, que siempre se lo he dicho y que él es como es, pero que yo soy como soy y no puedo evitar que me duela. Te dije que sentía que esta relación era una oportunidad para crecer en pareja, así que fui coherente con eso y por eso le escribí.
Me dijo que él no esperaba a que yo escribiese para hablarme, que no lo tenía en cuenta, yo si, lo reconozco, para mi la reciprocidad es importante, y si hay una comunicación más o menos regular no lo miro, pero si una persona desaparece o no me responde, para mi ya no hay reciprocidad. Me dijo que si yo lo llevaba así lo teníamos difícil y le dije que sí, que así era complicado para los dos y que se lo decía para que si nos distanciabamos de nuevo entendiese porqué y no se quejase. También le dije que si veía que él no tenía ganas de hablar conmigo, yo sentía que si le hablaba molestaba, ahí solo me dijo: vaya… Él se agobia a veces, alguna vez me ha dicho que apaga el móvil y todo, y ahora que lo han echado del trabajo y está preocupado por eso, pues supongo que aún más. Al final le dije que se lo decía porque habíamos hablado que nos diríamos las cosas que nos dañaban pero no dijo nada.
La verdad  es que como le he dicho alguna vez, cuando no estamos juntos se convierte en una persona totalmente distinta, no lo conozco, y yo así no puedo por mucho que quiera, sobretodo sabiendo que no tenemos futuro, es absurdo.
Después de la despedida le mandé lo que leí de Acción Poética dándole las gracias, se sorprendió y me dijo que era bonito, le dije que si, que bonito como él, ya no respondió más.

Con todo esto me sentí nuevamente decepcionada, sentí la decepción en mis células, y pude darme cuenta de que la raíz de ese sentir provenía de mis 16 años donde reprimí esa decepción cuando lo dejé con un chico al que quería muchísimo y al que pareció darle lo mismo que lo dejásemos, yo pensaba que me quería igual que yo a él y vi que no era así.
Aún siento la tristeza dolorosa de sentir que no le importaba tanto como yo creía, como tampoco a Daniel, tengo el estómago destrozado, la inflamación que ayer se agudizó, hoy se ha convertido en dolor físico.

Lo bueno es que he podido poner consciencia en mi plano físico y que vea que no vale la pena pasarlo tan mal a cambio de un día bonito, aunque por supuesto me lo guardo en la retina y en el corazón.
Como decía Frida Kahlo «Donde no puedas amar no te demores «.

El profundo vacío que siento después de verlo me lleva al abismo, y cuanto más estoy con él y más lo quiero, más dolorosa es la caída, así que verlo es totalmente destructivo. Hoy no solo hay consciencia en mi cuerpo, sino decisión, las contradicciones se disuelven para dar paso a la claridad, quedar de nuevo con Daniel es caminar por la senda del sufrimiento, no verlo más, es liberarme de todo dolor y es darme a mi misma el cuidado que buscaba en él y el amor de mi corazón. ¿Qué ya no tendré el contacto físico que mi cuerpo necesita? como te he dicho, no merece la pena, además esto me ayuda a querer trabajar con más ganas la limpieza emocional física.
Me siento un tanto triste todavía, las pérdidas duelen inevitablemente, pero me siento libre y en paz, y me alegro mucho de haber sido honesta y de expresarle mi sentir, siento que he subido un peldaño importante.

Necesito viajar con Mercedes Guzmán https://youtu.be/_3isEBSH2Us al pasado y traer a mi adolescente ‘olvidada’ al presente, se quedó atrapada y allí sigue en ese bucle de dolor que además lleva mucha culpa a cuestas porque yo tomé la decisión de romper con aquel chico sin ni siquiera darle una oportunidad de arreglar las cosas. Soy consciente de que esa culpa pesa en mi cuerpo desde aquel ‘Ahora’ que no sabe de tiempo y que aún sigue aquí. Como dice Shivagam y te he dicho alguna vez, la mente es la única que sabe de tiempo, una emoción no resuelta, sea en el plano emocional o ya trascendida al cuerpo siempre está presente, es por eso que muchas veces vivimos estancados en el pasado. Agradezco a Daniel ayudarme a desenterrar este dolor.

Después del viaje con Mercedes me pondré música para purificar mis células, me ha venido una visualización de repente, tiraba un líquido negro a la basura y eso es bueno, la música terminará el trabajo, ‘Solfeggio 741 Hz- Música para limpiar tu cuerpo de energías negativas y purificar tus células-432 Hz’ del canal Musicoterapia. https://youtu.be/dFnKtjlOjuc

Pues maravilloso efecto, me he vuelto a dormir y me he despertado con la música y con energía de perdón vibrando en mis células. No perdón a Daniel, ni a aquel chico, ni a nadie en concreto, ni siquiera a mi misma, sino por el sufrimiento sentido, para mi ahora el perdón es otra cosa. La energía de perdón nos ayuda a disolver ese sufrimiento que se generó y se quedó instalado en nosotros, liberando nuestras células de negatividad y otorgándoles pureza.

Hoy hablando con mi amigo, mi coach favorito, que también se llama Dani (Daniel Eliezer González https://instagram.com/dani.e.coach?igshid=pju17dee9r2n), me he dado cuenta de que mis dudas con Daniel no venían de mi corazón, que era lo que yo pensaba, sino de mi mente, sabía que mis conflictos venían del inconsciente, pero creía que mi corazón quería que lo amase aunque fuese soltándolo, pero me he dado cuenta de que no es así, lo que veo es que el camino de mi corazón abraza cualquier decisión que yo tome, es difícil de explicar la verdad, me cuesta expresarme, sobretodo porque aún estoy sorprendida por ello, y más sabiendo que el corazón tiene un triple sistema como bien nos cuenta Sol Ahimsa, y que yo hoy por hoy ya siento muy unificado, pero que me confundía de alguna manera. Es verdad que en estos años estuve tomado decisiones de corazón pero desde un corazón dividido, por llamarlo de algún modo, y que muchas veces me llevaron por una senda de dolor que yo sentía que necesitaba transitar, pero veo que ya no necesito ir por esa ruta, de mi depende seguir sufriendo. Hoy siento total libertad en mi corazón y es maravilloso. https://youtu.be/B-60F5QBx3s

Fotografía de Garon Piceli