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COMETAS POR EL CIELO (CAP. 9)

Son las 4.29 a.m. y me he despertado de golpe con la canción de ‘Cometas por el cielo’ de La Oreja de Van Gogh. https://youtu.be/j7FIquNQqkc
Con la canción y con la imagen de Mihai…

Te hablo de él y de nuestra pequeña gran historia en mi libro ‘Una loca feliz’.

Siento que he vivido historias con alma como te dije, amores tan mágicos como dolorosos a la vez que valieron la pena, pero con los que de algún modo la atracción era impuesta, lo que sentía era inevitable; pero a Mihai lo elegiría desde mi voluntad siempre de poder elegir, además de ser completamente afines en cuanto a gustos, tiene absolutamente todo lo que me gusta en un hombre, tanto de carácter como físicamente y bueno, aunque no pudo ser porque tenía pareja, vivimos algo que considero sagrado y bendecido.

Él es una de esas ‘personas secreto’ que como dice Irene Jotadé, guardas en tu memoria y en tu corazón para siempre.
https://youtu.be/-8sKKWxQsishttps://youtu.be/-8sKKWxQsis

Con Mihai no he tenido ni un beso siquiera, pero a la vez lo he tenido todo. Me gustó durante dos años, y un sorprendente día, hace cuatro años, me escribió para proponerme hacer cosas juntos como amigos, en ese tiempo lo conocí aún más, y si antes me enamoraba de él cada vez que bailabamos en clase, en aquel corto tiempo que compartimos, sentí lo más bonito que se puede sentir con un hombre. Lo vivido con él borró todo el dolor pasado con los hombres; solo por lo sentido con Mihai había merecido la pena el camino recorrido de amores y de desamores, pero lo corté antes de meter la pata, eso sí, fui valiente y le conté mis sentimientos para que entendiese porqué a pesar de estar tan bien con él no podíamos seguir compartiendo momentos y pareció entenderlo, pero a los dos años me volvió a escribir para volver a vernos, quería retomar nuestra amistad donde la dejamos. Esa vez fui aún más clara y le dije que no podíamos seguir jugando, también le pedí claridad respecto a lo sucedido, necesitaba saber si al menos le gustaba y reconoció que sí, que además de sentirse muy bien estando conmigo, le parecía una mujer guapa, cariñosa y dulce. Le dije que ya sabía que a mi también me gustaba mucho estar con él, pero que entendiese que de haber seguido viéndonos me hubiese sentido muy frustrada, sobre todo porque a veces tenía comportamientos extraños; me dijo que era verdad, que alguna vez se había mostrado frío y distante pero que había sido por su situación, porque no podíamos tener nada más que amistad, y le dije que eso también me dolía, que entendiese que era injusto, entonces me pidió perdón por no darse cuenta de que había pensado solo en sí mismo.
Así que ese día volví a decirle que no podíamos seguir viéndonos y me dijo que pensaba que después de tanto tiempo yo ya no sentiría lo mismo, le dije que eso era imposible.

De eso hace dos años y solo con pensar y hablarte de él todo se transporta al lugar donde lo nuestro comenzó y vuelvo a sentirlo del mismo modo. Jamás olvidaré el día que lo conocí en aquella cena de Navidad, lo miré y Cupido me atravesó el corazón, la piel y el alma.

En fin, voy a intentar dormirme de nuevo a ver si sueño con él como si fuésemos esas cometas por el cielo que vuelven a sonar en mi cabeza jeje.

Fotografía de Ahmet Fatih Çamaltı en Pexels
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