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ANA FRANK (CAP. 20)

Hoy también es tu día mi querida niña, hiciste poesía entre cuatro paredes y con una guerra a tus pies con solo 13 años.

Se me encoge el corazón entre las páginas de tu diario cada vez que te tengo entre mis manos.
Sentir tu contagiosa alegría en algunos momentos, algo que parece imposible al pensar en el panorama de tu vivencia, leer tus esperanzas futuras que jamás llegaron, ver tu maravillosa sonrisa impresa en esa foto que ha dejado huella… Cuan injusta me parece tu vida preciosa Ana, aunque cuan fructífera a pesar de su fugacidad, sin duda eres eterna bonita mía.
Cuanta vida en unas páginas en blanco escritas con una tinta llena de ganas de vivirla…
Cuanta sensibilidad enjaulada, pero cuanta libertad de corazón…

«No veo la miseria que hay, sino la belleza que aún queda. Ana Frank»

Gracias por tanto en tan poco tiempo. Grande tu alma…

Fotografía de Olga Jiménez García en Pexels
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