Un adolescente se rebela cuando no puede Ser, cuando no puede expresarse con autenticidad, cuando está sometido a presión por la crítica, por el juicio, por la exigencia, por la imposición, incluso por la sobreprotección.
Su rebeldía es mayor al sentir impotencia cuando ya ni actuando desde el Ser, sino desde lo que cree que se supone que está bien para el otro, tampoco sirve.
Un adolescente es rebelde cuando se pierde porque ni Ser, ni ser lo que los demás le dicen que se supone tiene que ser, es aceptado.
Rebelarse es la única opción que le queda para expresarse.
La culpa, sentir que no merece, que no vale, que no es suficiente… es la consecuencia que lo lleva a vivir en un bucle que puede llegar a ser autodestructivo porque todas sus decisiones, conectadas al castigo, estarán filtradas por ese modelo de realidad.
La conexión verdadera; la escucha atenta; la comprensión de corazón; el ejemplo y la severidad, entendida como guía desde la seguridad y la firmeza, no como castigo; son importantes.
Fisionaturopatía y Fisioestética
Terapia holística ‘Análisis Quantum’
Terapeuta, Profesora y Entrenadora de Integración Emocional
Conciencia y consciencia
Filosofía Experiencial
Investigadora y Escritora del Ser Integral