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LA ILUSIÓN DE VIVIR (CAP. 16)

Y sigo despertándome sería… Estoy muy contenta porque he integrado la dulzura en mi, pero aún está ahí ese gesto matutino de seriedad acompañado de su sentir.
Se porqué, eso sí, y es importante saberlo para ponerle enfoque. He perdido total o casi totalmente la ilusión en mi viaje y eso sí es importante, la ilusión es algo muy importante aunque hoy día escuchemos muchas veces que no hay que vivir de ilusiones, pero una cosa es vivir de ilusiones y otra vivir con ilusión, hay una pequeña diferencia de matiz.

«Muchos ven la ilusión como una fantasía sin posibilidades reales de cumplirse, en cambio considerarla como un motor para nuestras vidas es algo muy beneficioso. La ilusión es la chispa de la vida, sin ella la vida pierde color, todo se vuelve monótono, apagado y nada tiene sentido… La ilusión sueña pero también vive, disfruta y se empapa de lo que le rodea… La ilusión habita en aquellos instantes de la vida que nos acercan a nuestros proyectos… Podemos potenciar la chispa de la vida si nos proponemos hacerlo cada día… Podemos proponernos volver a ilusionarnos, a vivir cada instante como si fuera único, poniéndole todas nuestras ganas, nuestra alegría… La vida con ilusión es una vida llena de buenos momentos, pequeños instantes que merece la pena vivir porque nos llenan de satisfacción y felicidad, aunque haya otros momentos menos felices… Cada mañana recuerda que merece la pena vivir el día de hoy… Vive cada instante con la misma ilusión que cuando eras niño, expresándolo a quienes te rodean… Agradece a la vida cada instante… Ilusiónate, emociónate, sorpréndete por todo lo que te ocurre, la vida sigue siendo tan mágica como cuando eras pequeño… Escucha a tu corazón para tomar las decisiones que te pueden llevar al camino de la autorealización… Cuando la vida que vives no es coherente con tus deseos, la ilusión por lo que haces se va quedando en el camino… Recuerda siempre que una ilusión que renace en tu alma, está muy cerca de ser una realidad. Ana Martínez García ‘Tu mundo con otros ojos’ (Extracto de ‘Déjate atrapar por la ilusión’)»

Me he dado cuenta de que no es que haya perdido la ilusión ahora, la perdí hace mucho tiempo, hace muchos años, y de algún modo la recuperé en ‘mi despertar’, pero no era una recuperación total, hoy puedo verlo, porque fue una ilusión enfocada en algo externo aunque paradójicamente pareciese algo interno; ‘despertar’, aunque sea un proceso interno, es algo que puede ‘llegarte’ de golpe y puedes sentirlo como algo ajeno a ti hasta que poco a poco lo vas integrando, ese al menos fue mi caso, así que desde quien yo era, al ‘despertar’ me ilusioné con mi nueva forma de ver la vida, pero en el fondo aún estaba presente la pérdida de la ilusión de la niña que fui, que es una ilusión integrada y profunda que no está enfocada en nada concreto, sino en la simplicidad de vivir.

Hoy por hoy siento que he perdido todas las ilusiones en las que ponía foco, así que estoy a cero, y estar a cero de ilusión es estar en apatía, en desgana, en un pasar la vida por pasar donde es difícil poder crear; pero estar a cero también es estar a tiempo.

Cuando Ana me propuso la semana pasada hacer correcciones energéticas para integrar la ilusión, le dije que sí enseguida, mi alma lo pedía a gritos. Ayer empecé con la terapia y en su charla ‘Déjate atrapar por la ilusión’ lo vi claro, había desaparecido de mi ser, se había dormido por completo, como te decía no tenía ilusión por nada, por ninguna persona, tampoco por mi nuevo trabajo, ni por estudiar, ni por mis libros siquiera porque no vendo nada… y ahí fui consciente de que eso es lo que había hecho toda mi vida, poner la ilusión fuera de mi misma, la había puesto en los demás, en situaciones o en cosas, pero ¿donde quedaba yo?
Volver a ponerla fuera de mi no era el camino, así que le pregunté a mi corazón donde buscarla, su respuesta fue: En mi. La ilusión del corazón, la ilusión integrada, es la ilusión diaria del simple hecho de estar vivo; la verdadera ilusión de los niños es la vida en sí misma.

Ayer vi que era justo después de integrar la dulzura, que sentía la necesidad de integrar la ilusión, así que lo uní, y ahí vi claramente algo muy bonito y muy revelador. Siempre he sentido que es importante volver a ser niños para vivir en el Ahora; lo asociaba a la importancia de sanar y/o de liberarnos del pasado, pero hay algo más allá en el cero, hay que integrar las bendiciones conectadas al corazón de forma innata cuando somos niños, la capacidad de sentir amor, la felicidad, la alegría, la ternura, la dulzura y la ilusión.
Ana me dio la clave al hacerme click la conexión de la ilusión con la mente.
Para mi el niño está totalmente conectado al corazón en sus primeros años de vida, así que la ilusión es la conexión entre el plano mental y el corazón. Por deducción vi que la alegría es la conexión entre el plano emocional y el corazón; la ternura es la conexión entre el plano vital o energético y el corazón; la dulzura entre el plano físico y el corazón y la felicidad entre el alma y el corazón. La capacidad de amar es la función del corazón, fundamental sin duda en todas esas conexiones.

Era muy necesario para tener buena salud recuperar mi dulzura, era importante haber vuelto a poder generar alegría en mi este tiempo atrás, pero es mucho más necesario e importante de lo que yo pensaba; llegar al cero sin las bendiciones del niño aunque estemos puros al haber vaciado nuestras mochilas, y sobre todo sin ilusión, es estar frente a las posibilidades infinitas sin la capacidad de crear nada. ¿Y como me conecto de nuevo a ella? ¿Como la integro en mi? Reconocer que la he perdido y enfocarme en recuperarla es un pequeño gran paso para ello. Otro paso es generarla conscientemente ante las pequeñas cosas de la vida, hacer hábito como sugiere Ana…

Tengo confianza en mí, mi nombre de alma me ayuda, ‘Prema Jaya’ significa ‘La Victoria del Amor’, creo que te lo comenté, y me motiva a poder alcanzarlo; como dice Shivagam ese es el propósito de conocer nuestro nombre de alma, no es lo que somos, sino donde podemos llegar; por supuesto también me motiva haberlo conseguido con la Alegría y la Dulzura, así que a por la Ilusión con la mirada al frente y el corazón dispuesto como siempre.

«La magia del niño reside en un corazón puro y amoroso, feliz, alegre, tierno, dulce y lleno de ilusión de vivir.»

Foto de Monstera en Pexels
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