«Si pudiese escribiría esto con los ojos cerrados… ¡Pasión!!!
Hoy me inunda, me invade, me envuelve, sale por mis poros, llena todos mis rincones, cada una de mis células. Nos dormimos… si dejamos de sentir nos dormimos, si ponemos demasiadas corazas dejamos de sentir, si nos abandonamos a la rutina y al hastío, si nos permitimos caer en el abandono dejamos de sentir con intensidad, dejamos de sentirnos vivos. Vive todo aquello que hagas, ponle pasión a cada cosa que vivas, llena tu ser de entusiasmo, sin pasión nos dormimos… todo se duerme, incluso el erotismo… siente, acaricia, roza, toca, besa… pero besa con todas las ganas puestas en esa otra boca, respira al compás de ella y ella de la tuya. Siente, transforma cada instante en un instante único e irrepetible, qué es lo que realmente es, no hay dos instantes iguales, pero podemos hacer que todos sean inolvidables, haz que sea un instante de gozo, pero de verdad, sentido… mira, pero mira con auténtico deseo, no te pierdas nada, a la vez que fluyes y dejas a un lado la razón, cada detalle sera importante en tu memoria, dale paso al placer… placer, sentir… algo tan maravilloso, tan único, tan humano y animal a la vez si lo sientes con pasión…» 13.11.2015
Me leo y ya no me reconozco ¿dónde ha quedado mi pasión? ¿dónde se ha ido esa fuerza que siento en mis palabras? Mientras me lo pregunto aparece la respuesta: Sobresfuerzo.
Observo el sobresfuerzo desde que ayer me resonó en una clase de Jin Shin Jyutsu de Manuel Teruel de ‘Escuela de Meditación y Autoayuda’ https://www.facebook.com/Escuela-Meditaci%C3%B3n-y-Autoayuda-111781697020042/ que nos ha regalado un mini curso fantástico.
Estoy convencida de que el sobresfuerzo es la causa de mi agotamiento y de mi pérdida de entusiasmo y pasión, o al menos una de ellas.
Esta mañana una amiga me ha preguntado a qué me refería con sobresfuerzo y le he dicho esto: ‘Te pongo un ejemplo de esta misma mañana, me desperté seria, como últimamente, y al darme cuenta puse una sonrisa, como últimamente, pero había conectado ayer con lo del sobresfuerzo así que he borrado la sonrisa de mi cara y me he dejado sentir la seriedad; había mucho miedo a estar seria, así que lo he respirado y lo he integrado. Disculpa si no explico bien el concepto, es un tanto complejo.’
Mi amiga me ha dicho que lo había entendido perfectamente.
El observar el sobresfuerzo ha venido encadenado tras observar mis batallas y dejar de luchar con lo que siento, ahora tampoco lo cambio; de algún modo cambiarlo es un modo sutil de lucha que no me crea conflicto pero si desgaste, porque al final disfrazo lo que siento; curiosamente al dejarme sentir la seriedad e integrar lo que ocultaba he dejado de estar seria.
Reconozco que en un tiempo necesité recuperar mi sonrisa y la forcé, estaba demasiado enfadada con todo, pero todo son etapas en la travesía de la vida y siento que ahora es tiempo de recuperar mi sonrisa genuina, la de verdad, la que fluye de forma natural, así que seguiré observando y soltando mis sobresfuerzos…
Foto de Anna Alexes en Pexels
Fisionaturopatía y Fisioestética
Terapia holística ‘Análisis Quantum’
Terapeuta, Profesora y Entrenadora de Integración Emocional
Conciencia y consciencia
Filosofía Experiencial
Investigadora y Escritora del Ser Integral