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MIS ELEFANTES (CAP. 30)

Buenos días, hoy siento más que nunca el honor de pertenecer a una tribu como la nuestra y os comparto una reflexión que acabo de hacer por si os apetece, que tengáis un día tan maravilloso como sois tod@s vosotr@s.

«Mi tercer elefante es escribir un libro en favor de los hombres, creo que en este momento que está atravesando la humanidad la mujer es la que está propiciando el movimiento para recuperar el poder personal que ella misma permitió perder al inicio de los tiempos; lo se de cierto porque creo en la reencarnación y me pude sentir en una vida muy muy lejana, la primera en la que no puse los límites necesarios que propiciaron que el patriarcado existente se abriera camino, soy absolutamente consciente de que la responsabilidad de que eso sucediese no fue solo de los hombres, aunque como todo en la vida, supongo que así tenía que ser y todo es perfecto y aquí estamos en un momento de la historia donde tanto hombres como mujeres tenemos la oportunidad de recuperar nuestro verdadero poder personal.

Este es el último capítulo del libro que da paso a mí tercer elefante y quiero hacer especial mención, con todo el agradecimiento de mi corazón, a todos mis compañeros de tribu; yo podía pensar a nivel mental y saber en mi alma las limitaciones emocionales por las que atraviesan los hombres, pero ayer pude sentirlas incluso físicamente. Para mí no fue incómodo llevar unos zapatos de hombre que me iban un poco grandes porque además de que no me apretaban, había llevado muchas veces zapatos de hombre en mis pies para poder sobrevivir , incluso había llevado unos zapatos gigantes de payaso, pero pude sentir el dolor de los hombres, su dolor al llevar unos zapatos, no ya que no apretasen, sino donde ni siquiera entraban sus pies, pude sentir su impotencia, una impotencia que dolía infinitamente, no solo en mi corazón , sino en todo mi cuerpo, pude sentir su esfuerzo por soltar sus condicionamientos por sobrevivir y ser mejores, pude constatar mi creencia de que la herida de la sobreprotección está muy vigente en estos tiempos, sentir el dolor de la herida del abuso que muchos de ellos también han sufrido, pude sentir su darse cuenta y todo lo que dolía hacerlo, pude sentir su entrega, que si para nosotras es un 100, para ellos es un 1000% en cada dinámica de apertura de corazón.

Así que si ya había fijado mi objetivo, mi elefante, hoy me comprometo con él corazón y el alma a compartir mi investigación sobre las raíces de los comportamientos de muchos hombres, sobre la dimensión de sus traumas, porque la comprensión es importante para nuestra evolución común y fundamental para un cambio en la educación de las siguientes generaciones.

Gracias a todos los hombres de mi tribu, sois los hombres más comprometidos con vosotros mismos y con el bien común que he conocido en toda mi vida y para mí es un honor y el mayor acto de celebración que puede existir, os amo, nos amo.»

Foto de Harvey Sapir en Pexels

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