Skip links

FILOSOFÍA AL DESNUDO (CAP. 15)

Entramos en la energía de Géminis, doble personalidad, eso he escuchado toda la vida, y realmente ¿quién no la tiene de un modo u otro? Doble o múltiple…

Llevo años intentando llegar a la coherencia interna, pensar, sentir, decir y hacer en armonía, y qué difícil es eso por mucho que te empeñes jeje.

Llevo años siendo consciente de que estoy conformada por partes que se contradicen entre sí por mucho que ponga consciencia y llegue a acuerdos internos.

Llevo mucho tiempo sintiendo dualidad entre la persona más sentidora o femenina y la persona más activa o masculina que viven en mí.

Cuanto más tiempo pasa, más cuenta me doy que todo es una paradoja en la vida, sobre todo si analizas y piensas demasiado, algo que a mí me encanta jeje.

Me doy cuenta que sentirme separada de mi cuerpo me hacía querer dominarlo, cuando en realidad ser cuerpo me lleva a ser más libre de mí misma porque mi cuerpo, que soy yo, es más autónomo y sabe lo que tiene que hacer para cuidarse mejor; si me pongo a pensar es como querer que el corazón lata cuando yo quiera, absurdo ¿verdad? Aunque por otro lado, hacer lo que la ‘mente corporal’ pide a veces también lo es porque nos daña y eso también es absurdo; qué necesaria es la escucha profunda de cada momento, entendiendo que podemos vivir tanto momentos espontáneos como momentos decisivos, que rico vivir plenamente instante a instante, sean como sean, y qué importante aceptar la paradoja como parte del camino del autoconocimiento, donde podemos vivir a la vez en líneas temporales distintas dependiendo de nuestra sanación y de nuestro crecimiento que nunca es lineal.

Paradojas y más paradojas, mi cabezonería por lograr la unidad interna estaba enfocada en que también hubiese coherencia entre mi yo más ‘elevado’ y mi yo ‘animal’, cuando hoy veo que lo unitario es aceptar que una parte de mí, infinitamente más grande que yo, muchas veces sabrá mejor que yo las decisiones que me dirigen al bien común; y por otro lado, mi yo más natural y terreno siempre podrá hacer uso del libre albedrío pensando en mi propia supervivencia y bienestar, o lo que para mí es lo mismo siempre podrá vivir con amor propio, algo importante para que mi parte más individual se sienta realizada; pero quién sabe lo que pensaré mañana, todo es cambiante además de paradójico.

Hubo un tiempo en el que pensé que solo era herramienta, que solo era canal de ese algo superior que nos engloba a todos, pero eso me hacía sentir mucha frustración e insatisfacción; hoy acepto la paradoja y creo que también puedo ser parte, y que a medida que crezco y evoluciono como persona lo iré haciendo mejor o al menos tengo la esperanza jeje; creo que tal vez en eso consiste la co-creación, pero es cierto que para llegar ahí el camino no es nada fácil, crearse para descrearse y volver a descrearse para empezar a crear de modo consciente roza la locura, sobre todo porque en ese incesante cambio siempre van quedando flecos; además si te soy sincera, creo que crear estamos creando siempre a cada paso que damos aunque no seamos conscientes.

Conclusión: Todo es paradójico en el Ser y eso vuelve a llevarme a mi utópico deseo de vivir el ‘Ahora’ en simplicidad; a vivir momento a momento confiando en que los valores asentados en mí me ayudarán a tener dirección y un sentido de vida para no vivir mis ‘Ahora’s’ como una veleta; confianza entre mis yo’s, para que el de abajo no se sienta víctima y el de arriba pueda sentir altruismo latiendo en el corazón, confianza para que ‘sentir’ y ‘hacer’ logren un equilibrio, que a veces estará desequilibrado; y máxima coherencia interna entre lo que pienso, lo que siento, lo que digo y lo que hago, y no ya en el sentido de que sean iguales, aunque ojalá, porque eso me ordena, me hace sentir más honesta en todo mi ser y la honestidad para mí es un valor fundamental; pero al menos sí encontrar paz entre esos cuatro pilares de mí misma, porque de lo contrario el desgaste de energía es excesivo, al igual que desgasta querer entender y controlar todo, que pereza me estoy dando jaja.

Cuanto más escribo, más consciente soy del miedo que esconden mis palabras, más cuenta me doy de mi inseguridad tras ellas, cuanto más intento entender menos entiendo desde la mente razonable aunque sienta que mi corazón sí comprende ¿que tal soltar todos y cada uno de estos pensamientos y sonreír como si no hubiese escrito nada? un aterrador abismo de libertad se abre paso frente a mí, curioso…

Bendita energía geminiana, quien nace con ella es capaz de mostrar su autenticidad y aceptar la paradoja como parte de la vida y del camino, y esa es una gran ventaja para alcanzar la simplicidad y abrazar el momento presente sin más y sin volverse loco.

Pero cuanto me gusta filosofar jeje…

Foto de Emrecan Algül en Pexels

Compartir

Deja un comentario

Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia web.