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REALIDADES (CAP. 6)

No me gustan los reproches, pero hay realidades, si yo veo que no te apetece hablar conmigo si te escribo, si no me respondes, si no me escribes nunca, siento que no tienes interés en mí y me voy.
Si yo quiero verte pero me demuestras que tú no tienes las mismas ganas me voy.

Que tú muestres interés en mis cosas no significa que tengas interés en mí como mujer.
Que tú hagas una broma picante no significa que quieras nada conmigo, las haces con todo el mundo.
Si no me dices qué sientes yo no se nada, hace tiempo que dejé de vivir en la suposición, desgasta en exceso, la simplicidad es mejor compañera.

No me nace escribirte y no lucho contra ello, no es un reproche, simplemente así son las cosas.

Que tú desaparezcas durante días y luego vuelvas intenso y estés ahí escribiéndome todas las horas del día me confunde y en lugar de acercarme, me hace sentir cada vez más fría y distante; puedo entender tu momento pero inevitablemente me afecta lo que haces; y no me enfado en absoluto y lo comprendo incluso ya lo sabes, entiendo los distintos ritmos de las personas; y no te voy a rechazar si vienes, pero mi sentir por ti cambia, mi interés por ti no es el mismo, ya no te elijo como había sentido al inicio de nuestra conexión, ya no me muevo hacia ti, me elijo a mí misma, me elijo, me cuido y me protejo; yo no fuerzo, yo no impongo, pero tampoco me lo hago a mí y entonces a ti te veo desde otro lugar, con otra luz…

Como dice Katiuska Goldcheidt, hablando de la intención:
«Cualquier cosa a la cual prestemos atención, crecerá con más fuerza en nuestra vida.
(Que sea lo positivo)
Cualquier cosa a la cual dejemos de prestar atención se marchitará, se desintegrará y desaparecerá de nuestra vida.
(Que sea lo negativo)».

Y yo no digo que tú seas negativo en absoluto, todo lo contrario, te agradezco muchas cosas como te dije y me parece admirable tu responsabilidad contigo mismo, pero si tus actitudes juntos no nos ayudan a crecer a ambos al tiempo, vas desapareciendo progresivamente de ese ‘juntos’.

Leo orgullo en mis palabras, veo que todo lo escrito tiene bastante de reproche aunque quiera disfrazarlo, estás más presente de lo que quisiera, aunque pretenda creerme que estás desapareciendo y además todo es una suposición porque ni siquiera se si te afectaría algo de lo que digo ya que en ningún momento me has dicho porqué ahora que yo ya no te escribo, tú sí me escribes, como tampoco me has dicho que quieras nada conmigo realmente más allá de lo que tuvimos, aunque si dijeses de volver a vernos. Paradójicamente también veo verdad en mis letras desde el amor propio y desde el respeto a tus pasos, así que todo está perfecto, acepto la mezcla de mis sentires opuestos, los dos son reales en mi pecho.

Aunque me sienta confusa ante el otro, que siempre logre claridad en mi sentir, es importante planchar las arrugas, y si duele, duele… Abrazando mi vulnerabilidad.

Foto de Olga Jiménez García

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