Skip links

RESPIRO, SONRÍO Y AGRADEZCO (CAP. 12)

Hay momentos en los que expresar como te sientes se hace un tanto difícil porque la mezcla de sentimientos se arremolina en tu pecho de un modo que incluso cuesta respirar.

Uno puede dar todo de sí mismo y aún así creer que no es suficiente, cuando la realidad es que tal vez simplemente no hay más por dar en ese lugar.

Respiro y poco a poco voy volviendo a mi centro sintiendo que a pesar de volver a equivocarme con otra de mis decisiones, no debo sentirme culpable por ser quién soy.

Respiro, hoy cuesta volver pero vuelvo a respirar una y otra vez intentando llegar a esa paz interna que tanto me ha costado alcanzar, que tanto valoro y que en este instante se haya ausente.

Sonrío, por fin empiezo a soltar una culpa sin sentido que pesa demasiado, puedo haberme equivocado, pero sentir culpa es hacerme demasiado daño cuando mi único delito ha sido entregar toda mi compresión y cariño a quien sentía que lo necesitaba y para mí era importante, aceptando y reconociendo que el otro también ofreció incluso más de lo que podía.

Agradezco, que bien se siente sintiendo agradecimiento, había olvidado cuanto me ordena escribir y lo agradezco en el corazón y en el alma.

Respiro de nuevo, esta vez puedo respirar profundo mientras sonrío y poco a poco la confusión se va alejando, dejando así de sentirme perdida.

Respiro, respiro profundo siendo consciente de que es importante saber hasta cuándo y hasta donde permanecer lo justo y necesario para no morir en el intento.

Vuelve, vuelve la calma del silencio, cesa el ruido infernal de una confusión y una culpa que llenan todos tus espacios vacíos, cuando realmente no debería haber culpa, nadie tiene la culpa ni la tuvo nunca, en todo caso simplemente hay caminos que se cruzan y se descruzan a lo largo de la vida, caminos con distintas verdades donde todas son válidas aunque se tornen incoherentes entre sí, algo que además es totalmente indicativo de que ese hasta cuándo y hasta donde se ha producido.

Respiro, sonrío, agradezco lo vivido, todo lo aprendido, una puerta que se abrió hoy se cierra desde esa comprensión y ese cariño mientras asoma un haz de libertad en un último respiro.

Foto de Nataliya Vaitkevich en Pexels

Compartir

Deja un comentario

Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia web.