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NO ES FÁCIL (CAP. 14)

No es fácil mirar atrás y no sentir decepción, no es fácil aceptar un camino lleno de rosas y espinas, no es fácil dar gracias cuando ves que todos aquellos a quienes has amado mejoraron sus vidas y que tú sigues sola con un sabor amargo recorriendo tu corazón después de haber puesto tu confianza en algo que nuevamente no ha sido posible.

No es fácil en lo terreno para nada, pero como precisamente me dijo la última persona importante para mí, voy a enfocarme en lo bueno de todo esto, y es que a pesar de no ser fácil, a pesar de ese sabor amargo a decepción, jamás he perdido la capacidad de amar, y de amar tal y como me hubiese gustado que me amasen a mí, y sin duda no hay nada que haga más feliz a un corazón que poder seguir sintiendo amor a pesar del hielo.

Respiro, suspiro y sonrío, se que ahora toca curar de nuevo y eso tampoco será fácil, pero se que tendré la fuerza suficiente para poder hacerlo, paradójicamente ese amor que puedo sentir siempre en mi pecho lo hará posible. También tendré que darle una vuelta a la herida de la injusticia.

Desde lo humano hay dos preguntas que siempre han estado ahí en esta andadura de 24 años en soledad ¿Porqué y para qué? Ahora mismo no puedo responder ninguna de las dos preguntas aunque en lo profundo una sonrisa responde ambas.

Sin duda hoy siento que la dulce serendipia de la vida, de mi vida, es el encuentro con la compasión, la ternura y la dulzura que alberga en mi corazón, en la de todos y cada uno de los corazones humanos que logran mantener su alma en ellos pese a lo que pese y pase lo que pase.

Foto de Gantas Vaičiulėnas en Pexels

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