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EL SER NATURAL Y EL SER ESENCIAL (CAP. 8)

Ser consciente de como funciona mi dualidad acelera mi proceso de autoliberación, cuando algo duele y/o incómoda la pregunta es ¿desde dónde lo estoy sintiendo? sí no es desde lo natural ni es desde lo esencial puede ser algo totalmente condicionado y/o descartable. Por supuesto la personalidad de cada uno también incluye todo aquello elegido por voluntad libre de condicionamientos, y a veces tenemos condicionamientos que aunque incómodos son más neutros y pueden vivir con nosotros con normalidad, el hecho de poner consciencia y aceptarlos reduce lo incómodo.

Un ejemplo es sentir en un momento dado fastidio por ir con prisas pero sentirme obligada a recoger la casa antes de salir, es un condicionamiento sin duda, así que no es importante si elijo recoger o hacerlo más tarde, es tan solo parte de la personalidad que he forjado influenciada por los valores familiares y la elección que haga no es relevante, así que simplemente cambiando el sentido de «obligación» por el de «elección» ya se reduce la carga de incomodidad que tenía.

En estos días he observado que a veces el sufrimiento provenía del animal herido que habita en mí, pero que con toda esta apertura de consciencia se sana y se equilibra más rápido, porque ahora supraconsciente (ser esencial) y subconsciente (ser natural) se ven las caras y la comprensión y el perdón son mucho más fáciles que cuando estaban en separación, porque aunque evitase las luchas internas de algún modo muchas veces los sentía en fricción.

El animal o ser natural que somos no suele vibrar en virtud, vive en supervivencia, lo cual hace que ambas partes del ser estén bastante desconectadas, es al trabajar las virtudes de modo consciente desde el ser esencial, cuando podemos caminar hacia la unión de ambas partes hasta lograr la comunión; eso sí, en ese trabajo nuestro ser esencial individual también necesita ser consciente de que la individualidad de nuestro ser natural debe ser considerada, lo cual es virtuoso en sí mismo, el ser natural es parte importante en el desarrollo de la mejor versión del ser integral que incluye a ambos.
¿Y cuáles son las virtudes? Gratitud, paz, perdón, compasión y mente atenta.

Ayer vi en un momento que uno de mis condicionamientos sí venía de mi animal herido, no sentir que ocupas el lugar que te corresponde es una de las heridas más recurrentes en mí y reconocerla, aceptarla, trabajar el perdón y expresar mi sentir de forma asertiva, en lugar de mostrarme a la defensiva como tantas veces, hizo que todo se colocase rápidamente.
Ya no vivo como un drama, ni desde la culpa, si por ejemplo tengo que decir algo a mis hijos o me tengo que priorizar en algún momento, tampoco lo siento como un «poner límites» sino como parte de una buena comunicación para todos.

Este fin de semana, haciendo un taller de mantras, he podido ver qué, a través de la vibración, ayudan a conectar el ser esencial con el ser natural, los mantras y su vibración elevada influyen de forma positiva y beneficiosa en el cuerpo animal que somos y le ayuda a despertar a nuestra verdad profunda, nunca lo había visto así aunque me generaban bienestar y por eso los hacía de vez en cuando; ahora veo más claro que nunca el sentido que tienen, encarnan consciencia en el cuerpo y por ende en nuestro animal.

Ya no siento ese choque de opuestos en mi interior, sino cielo y tierra con la intención de caminar de la mano; como dice uno de los mantras de este fin de semana: «El universo se manifiesta en mí, en unidad, cabalgando en libertad por el camino del conocimiento del alma», y ahí seguiré, trabajando en ello…

Foto de ArtHouse Studio en Pexels

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