Hay momentos de destrucción tan terribles que sientes que estás muriendo en vida, son momentos en los que realmente no entiendes nada, momentos tan surrealistas que rozan lo absurdo.
Atravesar todas las locuras de los planos del Ser trabajando interiormente no fue fácil, como ya he comentado alguna vez, pero atravesar la locura respecto a la interacción con los demás ha sido el peor plato que me he comido en mi vida, algo tan feo, que además es tan doloroso y sin sentido que traspasa todo el tiempo y el cuerpo de un modo inexplicable; y es que realmente no tiene explicación; para escribir estas últimas palabras me he ayudado del texto predictivo porque sinceramente no tenía palabras.
Transgeneracional, vidas pasadas, heridas de infancia se juntan en un caos, en la vorágine de un huracán que te arrasa y te destruye por completo, dejándote un sabor sin sabor tan grande que no te lo puedes creer, todavía hoy, después de haber dormido algo, no me puedo creer lo que viví ayer.
¿Porqué? Es mi primera pregunta, la palabra SANACIÓN aparece como un rótulo luminoso en mi frente ¿Para qué? se sucede en mis dedos… La respuesta es tan loca que no me atrevo a escribirla, tampoco tiene mucho sentido…PARA EL MUNDO ¿Para el mundo? Silencio en la respuesta, el caso es que siento certeza en ese silencio aunque no halle lógica en nada de todo esto.
¿Qué sucedió? La verdad es que es lo de menos, no había nada personal en ninguna de las dos partes, solo había sufrimientos enquistados que no nos pertenecían al completo y que nos atravesaron a ambas.
Ante tanta locura, tanto dolor, tanta impotencia, tanto caos ganó el amor, de eso no me queda duda, amor acompañado de un cansancio infinito eso sí.
¿Qué porqué ganó el amor? Porque hubo consciencia inmediata por ambas partes, porque hubieron palabras llenas de luz por un lado e incondicionalidad y paz por otro.
Un suspiro se hace presente, confirma la calma de un cuerpo que respira serenidad.
¿Que lo cuente? Es curioso sí, mi tensión estaba disparada, 16/11 era una tensión alta tomando las pastillas, después de la tormenta bajó a 13/10 en lugar de subir, lo cual confirmó que todo era tan importante como necesario.
Me partió un rayo, se cayó la torre, me sentí destruida, en ruinas, otro paso más hacia un cero deseado, espero que el último de esta índole.
De nuevo otro suspiro señalando la necesidad de calma en las aguas, mis tripas rompen un silencio bello, no sé qué quieren decir pero tampoco me importa mucho.
No sé qué pasará hoy, tampoco que pasará mañana, pero después de todo esto me da más igual que nunca, si ya empezaba a abrazar la incertidumbre, ahora ya la llevo de la mano.
Dirás que no entiendes nada de todo lo que estoy hablando y te pido perdón, es todo lo que puedo contar, además de que realmente yo entiendo muy poco me acojo al juramento hipocrático; piensa que simplemente son divagaciones de un alma en crecimiento.
Un frío estremecedor recorre mi cuerpo, pero la tierra se asienta, así lo siento…
Foto de Saulo Hernández en Pexels
Fisionaturopatía y Fisioestética
Terapia holística ‘Análisis Quantum’
Terapeuta, Profesora y Entrenadora de Integración Emocional
Conciencia y consciencia
Filosofía Experiencial
Investigadora y Escritora del Ser Integral