Skip links

LAS CATACUMBAS DEL EVENTO (CAP. 8)

«Un poco a ciegas ante un futuro incierto, porque en realidad es así, cierro los ojos con la confianza de no necesitar ver, con la creencia de que mi corazón de niña enamorada de la vida no dejará de soñar, porque la fuente de los sueños es inagotable.
Observo el presente viva, alerta, intensamente, desde la realidad más absoluta y con el alma llena de positividad y optimismo, para hacer de cada uno de mis Ahoras el mejor que me sea posible y con la humildad de aceptar que no lo sea si en muchos casos no lo consigo. Miro hacia atrás por un instante, una mirada fugaz que recorre mi pasado y lo abraza agradecida con una sonrisa en los ojos; es con esos ojos, con los míos, con los que hoy oteo el ayer, viéndolo, ahora sí, desde mi misma…»

Me resulta curioso leer este recuerdo de hace 7 años. Me siento en el mismo punto que entonces pero mis letras me transmiten una calidez que hoy no siento. ¿Qué me ha pasado estos años?… ¿Qué me di una vuelta por el infierno para ver qué había por esos lares como le dije ayer a Luna Roja? Pues curiosamente en el infierno más profundo hace frío, un frío que quema, eso sí. En el infierno de la superficie hace calor, la ira, el resentimiento y el odio están llenos de fuego, pero en las catacumbas del evento, como Dani y yo llamamos poéticamente al infierno, todo está congelado.

Estos últimos días de estancia en el evento, en mi retiro de silencio entre el hielo de la sombra, he podido observar que detrás de la seriedad y la sequedad había alguien importante, una infelicidad no reconocida, no aceptada, ultra congelada, y que era necesario aceptarla, descongelarla y sentirla para, solo así, vaciarla de un corazón con un único deseo que es ser feliz. Si la botella está llena, no solo no cabe más, sino que la vida te trae aquello que te puede ayudar a ver qué necesita ser vaciado porque es lo que está vibrando en ti alto y claro, solo que a veces nosotros mismos no sabemos todo lo que contiene.

Sentir infelicidad no es grato, pero lo que viene después tampoco, el mal humor se instala sin pedir permiso, te puedes convertir en el ‘borde’ que siempre te ha molestado, ahora ya sé porque me molestó tanto siempre esa actitud, habitaba en mi por mucho que no fuese consciente de ello, o sí lo fuese por momentos, creyéndome, o mejor dicho, justificándome con que a quienes iba destinada se la merecían por pesados e insistentes.

Hacer turismo por el reino de Ades y salir de él ha sido posible por el sostén inamovible de Zeus y el abrazo y la confianza puesta en mi de Luna Roja en los momentos más críticos, sin esa fuerza tal vez no lo hubiese conseguido y me hubiese quedado encadenada para siempre a ese lugar sombrío y muerto en el que no quiero vivir pase lo que pase; aunque también tengo que decir que solo gracias a Ades he podido estar allí, sin su vibración hubiese sido imposible alcanzar ese lugar, sin permitirme sentirme acabada no lo hubiese logrado. Y bueno, todo el fuego de mi naturaleza astral y la sangre aragonesa y manchega de mis venas han sido la mejor arma y un buen escudo una vez infiltrada jeje.

¿Que si el viaje valió la pena? Sin duda, hoy puedo comprender porque muchas personas son como son y de dónde viene ese ser como son. La desnutrición de amor no elegida siendo niño, puede llevarte a vivir por la sombra toda tu vida sin que seas consciente de lo que te pasa, y no eres ‘eso’, todos somos amor, pero no sabes ser otra cosa; la conexión con el amor, si vives instalado en el iceberg traído a la superficie en esta experiencia terrena, es casi imposible, y digo casi porque la intención y la consciencia obran milagros.

Y bueno, con los ojos llenos de lágrimas por tus palabras que me confirman que sí mereció la pena mi querida Luna Roja, mi corazón y mi alma sonríen grande.

«Yo pasé por esos lares y me quedé demasiado tiempo… mi intuición y el grito de mi Alma, me hicieron agarrarme a las raíces de la madre tierra y aunque arrastras… Empecé a salir… Sin dirección mental… Mi propia Luz como guía. Entonces apareció ‘Infinita’ y tú dentro de la tribu… Bello Espejo. Hermana de Alma… La amorosa sabiduría en tus relatos… en tu Vida, me llevan al pasado, tan solo para confirmar algunos porqués (hacia falta hacerlo) y agradecer quien Soy. Está claro que por algo llegamos la una a la Vida de la otra…Mi corazón tenía ese lugar en él, reservado con tu nombre. Gracias por tanto.»

Gracias a ti siempre… permiso para incluir tus palabras…

«Tuyas son las palabras que transportan mi sentir y el sentir tuyo… Ya es ‘pa ti pa siempre’.
Cuanto aprendemos y en armonía avanzamos… tan solo dejándonos Ser.» Luna Roja

Fotografía de @jmad.photo

Compartir

Deja un comentario

Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia web.