Compasión: Pasión por comprender… Es la definición más bella que he oído de este término. Javier y Elsa de ‘Mi Voz Es Tu Voz’ llevan muchos años al servicio de la luz prestando sus voces a infinitas canalizaciones que nos ayudan a atravesar este momento evolutivo que estamos viviendo aunque todavía haya muchas personas que lo vivan desde la inconsciencia, y no lo digo como algo peyorativo.
https://youtu.be/mUZQajvfFYY
Muchas veces he oído decir que la sabiduría tiene más peso que el conocimiento porque el conocimiento es mental y la sabiduría lleva implícita la experiencia. Javier ha dicho unas palabras muy sabias y bellas que lo explican del modo más comprensible de todos los que he escuchado, nos dice lo siguiente: «La ascensión no se basa en lo que uno sabe, sino en lo que uno siente; la estación desde donde parte la ascensión no es la mente, es el corazón; la mente almacena el conocimiento que recibe del exterior, pero ahí, ese conocimiento no alcanza la vibración adecuada para que nos beneficiemos de ello en este proceso ascensional si no pasa por el corazón; y el corazón solo le abre las puertas al conocimiento cuando ese conocimiento ha sido experimentado a través de la práctica, es entonces cuando el conocimiento se convierte en sabiduría. El conocimiento es estático y no posee la cualidad de ascender, la sabiduría sí, porque la sabiduría es acción, que es lo que la evolución requiere.»
Ayer pasé un día de lo más estúpido, sobre todo después de haber afirmado que estaba cómoda en mí jeje, que ironía, aunque es verdad que cada día estoy más cómoda aún con incomodidad, y más desde que estoy trabajando ampliar el nivel de saturación de mi sistema nervioso, algo que he empezado a hacer desde el taller de Tere; día de ola de calor, mosquitos, moscas coj… y aburrimiento extremo, pero aún así fue un día con sentido. Leí una entrada de Tere ‘¿Porqué interrumpes mis procesos? El cuerpo’, me recordó a una práctica que nos sugirió una vez Shivagam en una clase, era algo así como llegar al fondo de algo que nos molesta de nosotros mismos o de algo que queremos hacer pero al final no concluimos, sin hacer nada que nos haga peligrar por supuesto, y ver qué sucede, ver que sentimos emocionalmente; un ejemplo que nos puso fue comer chocolate hasta la saciedad si nos apetecía de forma ansiosa, a él le ayudó a no volver a tener ansiedad con el chocolate; en la sugerencia de Tere el experimento se ampliaba a observar que nos sucedía en el cuerpo.
Como mi mayor resistencia es al esfuerzo físico, ayer no hice ninguno; tenía la casa recogida, la había recogido la noche anterior, y estuve todo el día sola. No leí; no hice ejercicio, aunque terminé una clase muy reveladora de Tere de percepción del cerebro; no cociné, me hice una ensalada y por la noche un sándwich; no limpié, solo lo justo; no salí para nada; me pasé todo el día prácticamente viendo una serie, jugando al parchís y dormitando; acepté el juego de observación y me lo tomé como un día de descanso total, incluso hice el trabajo que te decía de conectar con mi sistema nervioso para que se sintiese en total calma y sin culpa por ‘no hacer’, pero no lo logré; cierto es que solté toda culpa, que no es poco, pero como resultado de mi experiencia obtuve un nerviosismo ansioso que no se quitó ni con ‘Zen Plus’ mi ansiolítico natural, y mucha tensión por la noche en la mandíbula y en los ojos, en estos últimos con mucho dolor, está mañana no podía abrirlos.
El caso es que no se que podría haber hecho diferente este sábado, lo cual quiere decir que hice exactamente lo que mi alma quería experimentar; como leí el otro día en el ‘Plan de tu Alma’, el alma muchas veces decide lo que quiere que nuestra personalidad experimente y lo hace para mostrarnos cosas que debemos comprender.
Me viene a la cabeza un ejemplo muy claro, un amigo me contó que tenía que cortar algo y que no sabía porqué, en lugar de cortar lo que tenía que cortar se cortó en la otra mano que estaba alejada de la pieza de corte; al leer el libro lo vi claro, fue su alma y no como castigo, ni como broma, el corte en su mano izquierda entre los dedos pulgar e índice le estaban trayendo un mensaje, son los dedos que nos informan de la preocupación y el miedo a recibir.
Así que ahora me pregunto ¿Qué mensaje quiere traerme mi alma con una experiencia como la de ayer? ¿Qué el ‘no esfuerzo’ desde la resistencia no es descanso realmente y me genera ansiedad? Me quedó totalmente claro, gracias alma. Pero ¿de que me sirve este aprendizaje? es que eso no lo veo claro. ¿Qué fue un día incómodo y estresante aunque no hiciese ni el huevo? Doy fe de ello. Pero ¿de que me vale saber esto?… Solo escucho silencio y me pican horrores los pies por las picaduras de los mosquitos; sigo sin entender…
Acabo de leer en el texto predictivo ‘mosquiteros’ y me ha recordado a los mosqueteros y a su lema ‘todos para uno y uno para todos’, vale ya lo pillo, qué está información no es solo para mí ¿no?
El picor en mis pies, la incomodidad que genera el picor, es equivalente a la incomodidad que genera caminar con resistencias. Y ya se cual es el aprendizaje de esta experiencia, era importante demostrarle a esa parte que habita en mi sombra y que crea las resistencias, que el ‘no esfuerzo’ puede ser igual o peor al esfuerzo, viendo el efecto que genera en el cuerpo que es donde se manifiestan las resistencias, solo así se podía desmontar la creencia limitante. Gracias alma, este acto de compasión, de pasión por comprender como dice Javier, me ayuda a poner un poco de luz en mi zona sombría para poder soltarlas.
Gracias, por supuesto, a Tere y a Shivagam.
Foto de Engin Akyurt en Pexels
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Terapeuta, Profesora y Entrenadora de Integración Emocional
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Investigadora y Escritora del Ser Integral