Mucho por decir hoy y como tantas veces no saber ni cómo, ni por dónde empezar jeje.
Ayer hice la primera clase con Tere del segundo módulo del curso ‘Ser cuerpo’ (profundización en la experiencia somática) y estuvimos trabajando con casos hipotéticos, en uno de ellos un hombre va en bici a pesar de sufrir un dolor en la cadera.
Tere nos recordó algo en lo que yo ya creía antes de conocerla, que hay dolores que nos integran, son reparadores, y dolores que provienen de una desintegración; yo decía que hay dolores que son por liberación y otros por repetición, pero los términos que utiliza Tere son muy acertados.
Te cuento un ejemplo que para mí es claramente un dolor por integración.
Un chico cumple varios sueños y se siente muy bien consigo mismo, cada día más; uno de ellos es meterse en un circuito de motos, cumple su sueño y unos días más tarde aparece un dolor ciático que lo deja clavado, posiblemente muchas personas piensen que es por haber entrado en el circuito, y sí, yo también, pero no de forma negativa sino todo lo contrario.
Hay un ejercicio de relajación progresiva de Jacobson que consiste en tensar conscientemente una a una todas las partes del cuerpo para destensar corporalmente, resulta algo paradójico pero es totalmente efectivo, yo también lo utilizaba en los masajes para destensar el cuello, creando tensión se llega a partes donde no llegaban mis manos.
El caso es que yo creo firmemente que meterse en el circuito ayudó al chico a destensar partes de su cuerpo con tensiones relacionales muy antiguas, así que su dolor era integrador, en esas partes había un dolor que había sido liberado, integrado, reparado.
¿Qué porque no lo había sentido antes? Porque la causa de ese dolor no era una constante en su vida.
¿Qué porqué no sentía dolor si el dolor estaba ahí? Porque al salir de la repetición de lo que le hacía daño el dolor fue liberado en el momento adecuado, un momento alineado con su amor propio.
¿Que qué hubiese ocurrido con ese dolor si el chico no hubiese elegido el camino del amor propio? Sinceramente no lo sé, pero probablemente seguiría repitiendo patrones relacionales que llevarían a la acumulación de más dolor y que lo podrían haber llevado a una operación.
Cuento el ejemplo de un caso de dolor que proviene de una desintegración.
Una mujer viene a la consulta con un dolor en el brazo, para mí es una somatización de un dolor relacionado con los afectos; indago y resulta que su marido le habla muy mal en los últimos meses desde que lo echaron del trabajo y le duele mucho; al mes siguiente viene de nuevo con el mismo dolor, su marido le sigue hablando mal y ella no le ha dicho como se siente porque él lo está pasando fatal, nada ha cambiado; cuando hay una constante que daña, en este caso la mujer antepone el dolor del marido al suyo propio, el dolor proviene de una desintegración.
Como bien dice Tere el contexto de cada caso es muy importante y muy a tener en cuenta.
Foto de Stephan Louis en Pexels
Fisionaturopatía y Fisioestética
Terapia holística ‘Análisis Quantum’
Terapeuta, Profesora y Entrenadora de Integración Emocional
Conciencia y consciencia
Filosofía Experiencial
Investigadora y Escritora del Ser Integral