MI VOZ (CAP. 12)

Tenemos un cuerpo energético exactamente igual que nuestro cuerpo físico en nuestra mejor versión, un doble energético que es el que amortigua todos los golpes antes de somatizar en el cuerpo material, entendiendo somatizar según la RAE como: «Transformar problemas psíquicos en síntomas orgánicos de manera involuntaria»

Tenemos un cuerpo físico que puede estar desorganizado en su naturaleza animal debido a la somatización a la que puede estar sometido.

Podemos estar desconectados de nuestra esencia que a su vez está conectada a la Fuente Universal, con el simple hecho del trauma de nacimiento que nos separó de ella y nos dejó dormidos.

Podemos estar condicionados por nuestros traumas emocionales y limitados en el plano mental por un montón de creencias debidas al miedo a no sobrevivir de nuestro cerebro reptiliano o primer cerebro, que es nuestro cerebro animal.

Tenemos técnicas para volver a conectarnos con nuestra esencia, terapias que ayudan a reparar el cuerpo energético y otras para reorganizar nuestro cuerpo físico, además de muchas otras que nos ayudan a liberar creencias limitantes y a integrar nuestro plano emocional.

Pero también tenemos nuestra propia Voz, y poner consciencia en nuestra voz puede llevarnos a vivir un viaje alucinante. Somos vibración y qué mejor para cada uno que ser consciente y trabajar con la vibración de su propia voz.

Ayer la clase del programa ‘Ser Cuerpo’ de la voz con Núria Inglada fue clave para entender muchas cosas, la primera y más importante que había estado maltratando mi voz durante mucho tiempo; recuerdo en uno de los ejercicios sentir mi deseo de dejar de ser ignorada, mi deseo de ser escuchada, pero ¿escucho yo mi voz? Pude sentir cuántas veces fue ignorada inconscientemente y la necesidad de dejar de maltratarla.

¿Y cómo maltrato mi voz? Como me habló interiormente es fundamental, ese trabajo lo hice hace años y me dio el poder de la observación; pero hay maltrato de nuestra propia voz en cada juicio, en cada palabra no dicha, en momentos de ira, en la intención de muchas palabras… En la clase con Núria pude observar tantas cosas en mi Voz desde mi voz… Infinitas gracias Núria.

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